El Gobierno nacional, liderado por el presidente Javier Milei, está preparando un decreto que fusionaría Vialidad Nacional con Corredores Viales y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, lo que podría resultar en el despido de más de 1.000 trabajadores.
Julio Aralde, secretario general de la Federación de los Trabajadores de Vialidad Nacional, expresó su preocupación por esta medida: "Estamos en esta situación de riesgo laboral porque se está produciendo un feroz achique del Estado". Aralde recordó que esta no es la primera vez que el organismo enfrenta recortes significativos, mencionando reducciones de personal durante el Golpe de Estado de 1976 y los gobiernos de Menem y Macri.
La fusión propuesta busca reducir la estructura estatal y eliminar cargos jerárquicos redundantes. Sin embargo, los trabajadores temen que esta reestructuración conduzca al "abandono total de las rutas", afectando la infraestructura vial del país.
Además de los posibles despidos, se ha informado de un recorte presupuestario significativo. Aralde señaló que actualmente están operando "con la mitad del presupuesto de 2023, a valores de 2022", lo que dificulta el mantenimiento y desarrollo de las rutas nacionales.
Ante esta situación, los trabajadores de Vialidad Nacional se encuentran en estado de alerta, realizando asambleas permanentes y planificando movilizaciones en defensa de sus puestos de trabajo y de la calidad de las rutas argentinas.
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