La Asociación de Abogados Laboralistas (AAL) y los sindicatos que nuclean a los empleados judiciales, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) y la Federación Judicial Argentina (FJA), conformaron en un espacio para defender los derechos y las conquistas de la clase trabajadora y la Justicia laboral, amenazados por sucesivos anuncios gubernamentales.
Esta multisectorial, formada por un acuerdo celebrado por los presidente y vicepresidente de la AAL, Matías Cremonte y Luis Enrique Ramírez, respectivamente; su secretaria general, María Paula Lozano; y los titulares de la FJA, Hugo Blasco y de la UEJN, Julio Piumato, constituye el punto de partida de la convocatoria a otras organizaciones sindicales, académicas y profesionales vinculadas con el mundo del trabajo.
“Será un espacio pluralista en el que podrán converger, sin exclusiones ni sectarismos, todas aquellas personas o instituciones que compartan la voluntad de defender los derechos y las conquistas de la clase trabajadora argentina, y a la Justicia del Trabajo, en una amenazante coyuntura histórica y política que incluye reformas inconsultas tales como el traspaso de la Justicia Nacional a la Justicia de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires”, reza el documento fundacional.
Recientemente el gobierno anunció públicamente que reformará por decreto el régimen de riesgos de trabajo, haciéndolo más desfavorable para las víctimas de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo; al tiempo que volvió a la carga la famosa frase, la “industria del juicio”, con el objetivo de abrir el camino para desmejorar la legislación laboral en desmedro de los trabajadores.
En tal sentido, el documento sostiene que “el ajuste que ya se está implementando viene a demoler y echar por tierra las reivindicaciones conquistadas por los trabajadores tras largos años de lucha; a la vez que es fácil predecir que terminará afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad (…) además, las limitaciones a los derechos colectivos tienen la finalidad de neutralizar la capacidad de las asociaciones sindicales. La Justicia del Trabajo, que se encuentra en una gravísima crisis, es culpada de ´parcialidad’ y de obstaculizar el desarrollo del país. Neutralizarla también es un viejo anhelo de los poderes económicos y financieros, locales e internacionales”.
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