Los sindicatos del sector acusaron a la fuerza federal de encomendar a un grupo antipiquete para patotear y golpear a los trabajadores que reclaman la reincorporación de cuatro compañeros despedidos.
Gremios aceiteros denunciaron que, en la noche del miércoles, un grupo antipiquete de Prefectura Naval Argentina reprimió a los trabajadores que realizaban una protesta en la planta que produce biodiésel Explora.
En este sentido, desde el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo anunciaron la paralización de la actividad aceitera en todo el Cordón Industrial tras “la actitud patotera del Ministerio de Seguridad de la Nación, que encabeza Patricia Bullrich, en complicidad y colaboración con empresarios violentos”.
En un comunicado, señalaron que “un operativo de Prefectura Naval Argentina, lejos de su jurisdicción, encomendó a un grupo antipiquete para patotear y golpear a los trabajadores que reclaman la reincorporación de cuatro compañeros despedidos”.
Asimismo, dieron cuenta de que “más temprano, habían advertido que, de concretarse la amenaza de represión, los gremios volverían a la herramienta de la huelga, extendiéndose a nivel nacional”.
“Los trabajadores denunciaron que Explora en ningún momento cumplió con la Conciliación Obligatoria, por lo que se realizan protestas en los portones de la empresa”, argumentaron.
En Vicentín, las fuerzas de seguridad nacionales mantienen una vigilancia activa, pero sin indicios de una toma represiva a los empleados, que cobraron solo el 30 por ciento del salario luego de un mes de trabajo.
“Grosero accionar extorsivo”
Cabe destacar que el martes la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo, con los cuerpos de delegados de las compañías de oleaginosas y de biodiesel de todo el país, difundieron una gacetilla donde alertaban que “el accionar patronal, que impacta directamente sobre nuestros salarios, se parece demasiado a una revancha, donde pretenden combinar el ajuste salarial y la militarización de plantas, como ocurrió en Explora”.
Además, sostuvieron que “es claro el grosero accionar extorsivo de las empresas aceiteras, quienes utilizan a los trabajadores y sus necesidades como rehenes de sus disputas por quedarse con una torta más grande del negocio”.
“Las cámaras y las empresas del sector llevan adelante un grave e ilegal avasallamiento de los derechos de los trabajadores y trabajadoras aceiteras”, advirtieron.
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