Cristian Oliva, secretario general normalizador de la Seccional de ATE Río Turbio, acompañado por el dirigente Ricardo Bordón y otros representantes sindicales, encabezaron una asamblea de base y criticaron al interventor de la empresa: “Quisieron mostrar que tienen poder, pero mostraron su debilidad de conducción”, y lo acusaron de no planificar trabajos para que la mina produzca carbón. Por su parte, desde la Intervención dicen que “defienden el sobreprecio de las obras”.
YCRT aun es objeto de la auditoría interna que lleva a cabo la intervención con el respaldo del Gobierno Nacional. Días atrás, se conoció un informe en un programa televisivo de alcance nacional en el que se daba cuenta sobre el presente de la mina.
Frente a ello, ATE Río Turbio convocó a una asamblea en boca de Mina 5, los trabajadores debatieron sobre el informe televisivo y el estado de la mina, cargando responsabilidades al interventor Omar Zeidán por “pretender mostrar a nivel nacional un aspecto negativo y parcial de la empresa”, señalaron.
En primer lugar, Cristian Oliva, secretario general normalizador de la Seccional tomó la palabra. “Sabemos a qué vino esta intervención. En la resolución no se expuso que venían a hacer producir la mina, sino a otra cosa.
Querían ver cómo estaba la empresa, pero se les fue de las manos. Quisieron mostrar que tienen poder, pero mostraron su debilidad de conducción. En lugar de fortalecer la mina, la quisieron hacer cerrar.
Si esto se ve a nivel nacional, se van a preguntar para qué se manda plata a YCRT. Estamos en el ojo de la tormenta, después de haber luchado todo este tiempo y de trabajar para que la empresa sea del Estado”, enfatizó.Al mismo tiempo, criticó al asesor Angel Garabello, al decir que “cuando estuvo acá no aportó ninguna mejora”.
“Hasta el día de hoy no se sabe cuál es la planificación. No tienen idea de lo que hacen, pero hablan de un plan de negocios que todavía no conocemos”, remarcó.Posteriormente, el secretario normalizador se dirigió a Zeidán y dijo que “no estamos con ninguna condición política, pese a que él dice que tenemos punteros políticos; lo que hacemos es defender el derecho al trabajo”. “Queremos continuidad, queremos futuro.
No necesitamos que un interventor nos diga que la empresa puede o no funcionar”, se quejó, y sostuvo que “vino a hacer una auditoría que aún no terminó, pero nosotros fuimos claros y dijimos que la auditoría se haga por otro lado.
Al día de hoy no hay un proyecto de trabajo como corresponde, no hay una planificación” señaló y, en relación con la Central Termoeléctrica, agregó que se debe poner en marcha cuanto antes para funcionar a carbón, no a gas: “Si tenemos un módulo a carbón y otro a gas, vamos a ir al achique, y no lo vamos a permitir”.
Con la intención de meter presión a la conducción del yacimiento, el referente anunció quites de colaboración de dos horas por cada turno en el lugar de trabajo.
Acta de repudio
Acto seguido, Miguel Páez, trabajador de YCRT, leyó un acta de repudio al documento periodístico emitido, catalogado como “falaz, malicioso, totalmente tendencioso y dedicado a justificar el ajuste, la tercerización, los despidos, la flexibilización laboral y la destrucción de las fuentes de trabajo, peligrando la existencia de los pueblos de la Cuenca”.
“Los trabajadores de YCRT estamos en condiciones de generar energía eléctrica a través de la extracción de carbón, aportando al Interconectado y a la diversidad energética del país, como una alternativa a la crisis que declaró el propio Gobierno Nacional.
Asimismo, reafirmamos nuestra voluntad inquebrantable e incondicional en la defensa de la empresa, resultado del trabajo y las luchas de los pioneros, que con tenacidad y convicción, supieron defender la gesta heroica del carbón.
Por eso, esta nueva generación asumió el legado de no retroceder ante el avance de este modelo neoliberal y conservador, que no representa los intereses de la clase trabajadora ni de las mayorías populares. Por todo lo anterior, resolvimos declararnos en estado de alerta y movilización permanente”, detalló.
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