La toma de la sede de la UTA con el secuestro de dirigentes marcó un punto de inflexión.El episodio fue atribuido a la feroz lucha interna dentro de la comisión directiva.
Tres organizaciones sindicales fueron protagonistas en los últimos días de episodios inusuales que nada tienen que ver con la mística de la lucha por las reivindicaciones salariales y laborales de los trabajadores. En dos de los casos, el disparador que desencadenó la pérdida de esa mística fue la feroz lucha interna que se generó en las entidades gremiales, las que alcanzaron un nivel de violencia pocas veces visto.
El suceso más grave ocurrió el lunes pasado en la Unión Tranviarios Automotor (UTA), donde un grupo de trabajadores tomó por la fuerza la sede social ubicada en el centro de la capital salteña y mantuvo cautivos por espacio de 7 horas al secretario general Jorge Flores y a otros dos miembros de la comisión directiva. Se trató de un golpe institucional encabezado por el secretario gremial Omar Pereyra, quien pretendía la destitución de Flores. Lo que pasó en el gremio que nuclea a los choferes de colectivos fue consecuencia de una encendida lucha interna. Una prueba de esto es que la mayoría de los integrantes de comisión directiva está enfrentada con Flores, a quien acusan de no defender los intereses de los trabajadores.
"Creo que estas cosas pasan porque no se respeta la democracia en los sindicatos", expresó a El Tribuno el secretario general de ATE, Juan Arroyo. A su juicio, "con la toma de un sindicato no estamos dando el mejor ejemplo y por eso sería importante que los dirigentes reflexionemos sobre estas cosas". Rubén Aguilar, titular de la Uocra, sostuvo que "la situación por la que estamos atravesando los trabajadores es difícil y muchas veces la gente descarga su bronca contra el gremio cuando no encuentra respuesta a los reclamos".
Sin embargo, el dirigente advirtió que "a los problemas internos hay que resolverlos en casa y no con la toma de un gremio".
En el Sindicato de Trabajadores del Azúcar también se generó un problema interno luego de los 76 días de paro en el ingenio Tabacal. Martín Olivera, el secretario general del gremio, fue duramente cuestionado por miembros de la comisión directiva, quienes manifestaron su desacuerdo con los términos del acta que firmó con la patronal. Yolanda Caro, esposa de uno de los dirigentes enfrentado a Olivera, denunció a éste de haberla insultado y de amenazar con hacer desaparecer a su pareja por no haberse sumado a la huelga.
"La situación de los trabajadores se agudiza día a día y muchas veces estas cosas generan peleas internas", señaló el titular de Sutiaga, Juan Carlos Ortega. Y agrego: "Los dirigentes debemos estar atentos para evitar que sucedan hechos como los de UTA".
Otro episodio de violencia ocurrió el 8 del corriente en Hipólito Yrigoyen y tuvo como protagonista a un dirigente del Sindicato de Camioneros y a un empleado de una empresa que presta servicio de transporte para el ingenio Tabacal. Mario Jurado denunció que fue agredido delante de su familia por René Agero y dos patoteros que irrumpieron en su domicilio. Dijo que lo atacaron en represalia por los reclamos que venía realizando para que el gremio convoque a elecciones internas para delegados de la empresa. El ataque fue filmado con el celular por la esposa de Jurado.
Respecto a este episodio, el secretario general del Sindicato de Camioneros, Jorge Guaymás, explicó que Agero no es dirigente sino uno empleado administrativo de la seccional Orán. "Lo que pasó ahí no fue una pelea de dirigentes del gremio, sino de dos afiliados", expresó. Guaymás reconoció que los hechos ocurrieron como denunció Jurado y en ese sentido cuestionó el proceder de Agero. "Vamos a repudiar siempre todo hecho de violencia, tal como lo hicimos con la toma de la sede gremial de la UTA", aseguró el dirigente.
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