El decreto que elimina la imposición de aportes de las empresas a cámaras es leído en Azopardo como una prueba para romper la negociación colectiva.
Por José Maldonado.
La CGT entró en modo alerta por un decreto del gobierno de Javier Milei que exhime a las empresas de hacer aportes a las cámaras y que en la central obrera ven como una avanzada sobre el sistema de aportes de trabajadores a los gremios. En definitiva, creen, busca romper el principio de representación en la negociación colectiva.
“Es una prueba para ir en espejo sobre los gremios. Va en línea con lo que viene plantea este gobierno”, aseguró a Letra P uno de los integrantes de la mesa de conducción de la central de Azopardo.
Tensión con el gobierno
Después de un verano de tensión con el gobierno por la política de techo a las paritarias y la desregulación de las obras sociales, en la CGT levantaron la guardia con la publicación del decreto firmado por Milei que elimina la obligatoriedad para las empresas de aportar solidariamente a las cámaras de su sector.
El decreto fue publicado la semana pasada con la firma de Milei y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y apunta contra la contribuciones de las empresas a las cámaras. Esos aportes, que se incluyen en los convenios colectivos, se destinan supuestamente a financiar distintos servicios para las firmas adheridas a las cámaras. Y son descontados mes a mes en virtud de los acuerdos que se hacen en paritarias.
En el decreto de Milei se desconoce el principio de representación general en la negociación, al sostener que las empresas que no están adheridas a las cámaras no tienen obligación de hacer esas contribuciones.
La lectura de la CGT
En la CGT lo ven como una amenaza directa. Por ahora, no hay señales de que el Ejecutivo piense en replicar la medida sobre los aportes solidarios de trabajadores a los gremios que también se incluyen en los convenios colectivos y que los sindicatos retienen para financiar servicios como cursos de formación, entre otros.
“Rompe el principio de unicidad, que es tanto empresarial como sindical. La idea de que aquel que negocia en la paritaria lo hace en representación de todos se desconoce en esta medida”, leen en la central sobre el decreto.
En principio, piensan en una salida jurídica. “Parecería inconstitucional”, dice uno de los líderes de la central, que ya resistió a principios del año pasado una avanzada del gobierno sobre los aportes solidarios de los trabajadores a los gremios a través del DNU 70-23, que finalmente la CGT logró frenar en la Justicia.
"Va en línea con lo que piensa el gobierno. Quisieron sacar las cuotas solidarias y ahora van por las cuotas de los empresarios. Van a actuar en espejo y nosotros tenemos que defender el principio de representación colectiva", afirman.
Tira y afloje
El tema se metió de lleno en la agenda del diálogo entre la CGT y el gobierno, que durante el verano se vio sacudido por distintas medidas de la administración libertaria, básicamente al negarse a homologar paritarias que perforen el techo del 1 por ciento mensual.
"No intervienen en la negociación, pero te traban todos los acuerdos", se quejan en la central obrera.
Por ahora, el diálogo está atomizado. Cada gremio avanza con su propia agenda y, como central, la CGT hoy no logró avanzar en nuevos acuerdos con el Ejecutivo.
En subterráneo, la central se prepara para volver a las calles en la marcha del próximo 24 de marzo. Igual que lo hicieron el año pasado, otra vez habrá una columna propia de la CGT que marcará la vuelta de la central a la protesta callejera.
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