El sector industrial pyme argentino enfrenta un panorama sombrío en 2025. Según Daniel Rosato, presidente de Industriales Pyme Argentinos (IPA), este año podrían cerrar cerca de 25.000 empresas, dejando sin empleo a aproximadamente 300.000 trabajadores.
“Algunos se van a achicar y empezarán a importar. Los funcionarios avanzan en esta política sin tener en cuenta las consecuencias”, afirmó Rosato, reflejando la preocupación de un sector que lucha por sostenerse en un contexto de alta incertidumbre económica.
Dólar retrasado y apertura: un cóctel explosivo
Las condiciones macroeconómicas fijadas por el gobierno de Javier Milei para estabilizar la economía incluyen un tipo de cambio retrasado, impuestos altos y costos logísticos prohibitivos. Este escenario, sumado a una apertura económica, está obligando a muchas empresas a competir con productos importados, lo que podría resultar devastador para el entramado pyme.
Javier Okesniuk, director ejecutivo de Labour, Capital and Growth (LCG), señaló que “abrir una economía con el tipo de cambio atrasado puede llevarse puestas un buen número de empresas”. Si bien considera que las importaciones pueden disciplinar los precios y ajustar los márgenes excesivos de rentabilidad de algunas compañías, advirtió que la apertura económica sin un plan estratégico afecta principalmente a las industrias más vulnerables.
Un modelo económico que “funciona”, pero a un alto costo
Martín Guzmán, exministro de Economía, coincide en que el modelo Milei-Caputo tiene consistencia macroeconómica y es poco probable que implosione en el corto plazo. “La inflación va a seguir bajando, la actividad va a subir un poco y se va a poder pagar la deuda. Pero esto será a costa de un deterioro del mercado laboral”, explicó Guzmán, quien considera que este sistema beneficia a algunos sectores mientras otros se contraen.
Por su parte, consultoras como Epyca y Vectorial también advierten que la apuesta del Gobierno se centra en posponer ajustes cambiarios hasta después de las elecciones legislativas de este año. Vectorial destaca que la estrategia gubernamental incluye endeudamiento externo como vía para contener la presión devaluatoria, lo que supone un riesgo a futuro. “Con un mayor endeudamiento, cualquier reversión de expectativas podría echar por tierra el camino recorrido hasta ahora”, alertó la consultora.
Industria pyme: sueños truncados y un modelo incierto
Empresarios que aspiraban a un modelo de desarrollo similar al italiano, basado en clústeres de pymes pujantes, ven cada vez más lejos ese objetivo. “La política económica está desfinanciando a sectores productivos clave, sin considerar el impacto social que esto genera”, comentó un referente del sector.
La incertidumbre no solo proviene de las políticas económicas, sino también de la falta de señales claras del Gobierno sobre la importancia del entramado pyme. “Tal vez al líder libertario no le interese que el país tenga una gran industria pyme”, deslizan algunos empresarios.
En este contexto, la clase trabajadora y las pequeñas y medianas empresas enfrentan el desafío de sobrevivir en un sistema que parece priorizar la estabilidad macroeconómica a corto plazo por sobre el desarrollo productivo y el empleo. Las consecuencias, advierten, podrían ser devastadoras para miles de familias argentinas.
Comentá la nota