El 10 de abril, la cúpula de la central obrera plasmará en un paper sus quejas: inflación, deudas con las obras sociales, topes a las asignaciones familiares y mínimo no imponible. Cristina Kirchner advirtió que este año deben ocuparse en "garantizar" empleos
La diplomacia sindical argentina tiene sus tiempos para instalar su agenda. Pasado el efecto unción del Santo Padre Francisco, los secretarios generales de todos los gremios que integran la CGT conducida por el metalúrgico Antonio Caló se reunirán para tratar un documento crítico.
Una fuente del Consejo Directivo de la CGT confirmó a Infobae que durante el encuentro que tendrá lugar en La Fraternidad el 10 de abril, los jefes gremiales someterán a votación un paper “testigo de la realidad argentina”.
Si bien en la convocatoria original para el 7 de marzo los presidentes de las obras sociales iban a reunirse de manera separada al congreso sindical –suspendida por la muerte de Hugo Chávez–, ahora será conjunta.
La situación de las obras sociales pasa principalmente por las deudas que reclaman al Estado y que, según las fuentes consultadas, superan los 15 mil millones de pesos. El punto crítico se debe a tratamientos complejos, los cuales deben ser aprobados por la Superintendencia de Salud para reembolso.
El resto del temario apunta a la inflación y sus efectos colaterales sobre el salario del trabajador. También el desacuerdo por el 20 por ciento en el tributo mínimo no imponible.
Hay gremios, como algunos en el sector de la industria petrolera o Luz y Fuerza, que optan por no aceptar horas extras para evitar el impuesto.
El gobierno de Cristina Kirchner viene solicitando moderación a los sindicatos a la hora de discutir paritarias y la Presidente les pidió que en la actualidad “deben preocuparse por garantizar la fuente laboral” dado el contexto económico internacional.
La pauta salarial docente nacional de 22 por ciento en tramos fue vara oficial para gremios que se resisten a poner un número menor que un índice inflacionario proyectado en 25 por ciento.
Antonio Caló (UOM), Omar Viviani (taxistas) y Omar Suárez (portuarios) fueron parte de la delegación oficial que encabezó Cristina en el inicio del pontificado de Bergoglio en la Santa Sede, aunque no hubo tiempo para abordar la coyuntura nacional.
Para la cúpula de la central obrera caracterizada de “oficial” serán días de negociaciones con los interlocutores de la Casa Rosada con el objetivo de llegar al plenario con alguna respuesta.
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