De los puntos que prometió el gobierno de Gustavo Sáenz durante las paritarias de marzo, sólo se cumplió con el aumento a los trabajadores de la Salud. Frente a los demás incumplimientos distintos gremios del sector pidieron a la Secretaría de Trabajo de la provincia que se los convoque, con la advertencia de que realizarán un paro el próximo 16 de diciembre. El viernes último los gremios fueron convocados por el Ministerio de Salud a una reunión el lunes a partir de las 15 del lunes. Solo una vez que se conozcan los términos de la convocatoria, los sindicatos decidirán si se continúa o no con la medida de fuerza anunciada.

El Frente Integremial, conformado por ATE, APSADES, UPES, UPCN, y ATSA, se reunió el jueves de la semana pasada. Ese era el segundo día del estado de alertas convocado por ATE en distintos hospitales. “Por primera vez vamos todos juntos con el objetivo de una sola medida”, dijo el secretario adjunto de APSADES, Lucas Tognolini, al afirmar que frente a la urgencia de quienes trabajan en la Salud “los gremios logramos limar asperezas”. “No queremos que nos llamen a conversar sino a concretar”, acotó.

El decreto 244/20, publicado en el Boletín Oficial el 9 de marzo pasado, enmarca el resultado de las paritarias realizadas a principios de año. En aquel momento se había acordado, entre otros temas, cumplir en 60 días con la regularización de trabajadores en situación de inestabilidad laboral. 

Se dispuso igual período para analizar la actualización de estructura y cuadro de cargo de los hospitales de Capital, el interior y del Primer Nivel de Atención (PNA). También, hacer un econocimiento histórico al personal en condiciones de acceder a los beneficios jubilatorios en 2020. En este punto se había acordado que los montos no remunerativos en los sueldos de los agentes a punto de jubilarse, pasaran a serlo desde marzo de este año. 

Y para el personal que se encuentra en condiciones de acceder a la jubilación en 2021, se había comprometido regularizar el 50% de los conceptos no remunerativos desde marzo a julio y el 50% restante desde agosto a hasta diciembre. También se había indicado la necesidad de instrumentar la Oficina de Violencia Laboral para garantizar el respeto y la dignidad de los trabajadores en cada uno de sus puestos de trabajo. Ni estos puntos ni la posibilidad de volver a reunirse a partir de julio para continuar las negociaciones paritarias se cumplieron.

Cinco meses sin respuestas

Desde junio los gremios de la Salud esperan la segunda parte de las negociaciones paritarias, y respuestas a los incumplimientos que le atribuyen al gobierno provincial.

Las organizaciones sindicales afirmaron que incluso frente a la situación extraordinaria de la pandemia y el cambio de gestión de la cartera sanitaria, habían decidido flexibilizar sus exigencias. Víctor Chuquisaca, secretario gremial de ATE, dijo que decidieron esperar por 90 días la regularización laboral de trabajadores con contrato y designación temporaria. Pero no hubo respuestas. Tognolini, en tanto, sostuvo que se presentaron notas pidiendo ser recibidos y a pesar de que dijeron comprender que con el cambio de ministro el nuevo titular a cargo, Juan José Esteban, debía acomodarse a la gestión, entendieron que ya es tiempo de obtener soluciones.

Actualmente los trabajadores contratados con requisitos para contar con designación temporaria temen por su situación, dado que el 31 de diciembre vencen sus contratos.

El problema más urgente es el de los más precarizados: aquellos que accedieron con los Contratos Covid, a quienes desde el 23 de noviembre no se les renovó el contrato.

Tognolini agregó que la falta de cumplimiento de convertir en remunerativos los montos salariales de los sueldos, implica que haya algunos médicos y médicas que en caso de jubilarse, accederán solo al 52% de lo que ganan como trabajadores activos.

El pedido del Frente Intergremial de Salud incluye además un bono para diciembre de $30 mil en dos tramos, y el reconocimiento de una licencia especial, contemplada en el estatuto de salud, a todos los trabajadores que se desempeñaron en tareas de alto riesgo por la covid-19.