A través de su proveeduría, la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario desarrolló una experiencia exitosa que vincula el consumo y la producción
“Si no hay un avance real contra la inflación no hay paritaria que resista”. Así de contundente fue la frase de Silvana Crocci, prosecretaria general de la Asociación de Empleados de Comercio (AEC) Rosario, una organización sindical que suma a la acción reivindicativa una amplia red de servicios a sus afiliados. Una de ellas tiene que ver con el acceso a bienes de consumo masivo a precios accesibles en la proveeduría gremial.
Allí los trabajadores mercantiles pueden comprar productos a valores hasta un 30% más baratos que en los circuitos tradicionales. La experiencia también articula con la producción regional, a través de los acuerdos de abastecimiento con pymes, cooperativas y entidades de productores locales
Este modelo de alianzas entre producción y consumo es seguido de cerca en distintas instancias del gobierno nacional, para replicarlo en otros puntos del país. “Si nosotros que somos chicos pudimos hacerlo, tiene que haber una política nacional que se pueda implementar en este sentido”, indicó Crocci, quien aclara que los destinatarios de estos beneficios, entre los que se incluyen también los famosos comedores mercantiles, son los afiliados.
No se trata, en ese sentido, de competir en el negocio comercial sino de sumar al accionar gremial la prestación de servicios y contribuir a que el salario de los trabajadores y trabajadoras del sector “rinda un poco más”. Sobre todo, en un escenario de “grave crisis” en el que mucha gente se endeuda, incluso, para hacer frente a necesidades tan básicas como la compra de alimentos.
“En la medida que incorporamos más servicios como organización sindical, lo que hacemos es que el salario le rinda cada vez más a cada trabajador y trabajadora”, dijo la integrante de la comisión directiva que revalidó su mandato por otros cuatro años en las elecciones del pasado 10 de marzo.
Además de la proveeduría, que cuenta con dos locales (el centro y Fisherton) y uno próximo a abrirse en zona sur, la AEC tiene la mutual Amecro, que es gratuita para los afiliados al gremio pero está abierta para que cualquier persona pueda asociarse. Desde ese espacio ofrece servicios de salud, cultura, educación, esparcimiento, consumo, entre otros aspectos. También el gremio ofrece para sus afiliados el servicio de comedor, en el que se realizan 50 mil viandas mensuales y por el que pasan más de 1.200 personas en forma presencial diariamente. Ahora además, adquirió un hotel propio en “Los Cocos”, Córdoba, que está restaurando para ponerlo a punto para el verano próximo.
“Es importante devolverle en servicios al asociado el aporte voluntario mensual que realiza”. La AEC tiene actualmente unos 30 mil afiliados, 25 mil activos y 5 mil jubilados.
Aunque desde el gremio evitaron realizar comparaciones, el movimiento de la proveeduría es muy importante en volumen y variedad. “Nuestro margen es muy pequeño, es el aporte cotidiano de las y los afiliados el que hace que podamos llegar a este nivel de actividad”, indicó Crocci y explicó que trabajadores de todo el Gran Rosario utilizan esos servicios.
“El modelo de proveeduría es para las y los afiliados, y para los que hacen convenios a través de Amecro”, aclaró Crocci y explicó que allí se ofrecen, por un lado productos de las marcas más conocidas pero también otros de los que se abastecen a través de acuerdos con cooperativas, empresas recuperadas y productores de Santa Fe y Córdoba”. Productos de “excelente calidad” que “no tienen la posibilidad de estar en las grandes cadenas”.
Ese modelo les permite adquirirlos a precios “bastante menores” y al mismo tiempo sumarle valor a estas empresas regionales. “Es regionalizar la economía”, dijo Crocci, ya que “ese dinero queda y sigue circulando en nuestra región”.
La posibilidad de ofrecer precios accesibles es parte de ese entramado. “Tenemos proveedores que son empresas regionales que tienen costos menores y para nosotros es fundamental poder acercarle eso a nuestros afiliados y afiliadas, no es un secreto”, dijo. Algo que se potencia y retroalimenta por el número de consumidores que forman parte del circuito del gremio.
Para la dirigente mercantil, esta experiencia de escala local es totalmente replicable en el resto del país y en otras organizaciones. De hecho, el actual secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional de la Nación, Luis Contigiani, lo tomó como ejemplo para aportar a la lucha real contra la inflación y desarrollar productores locales.
Crocci explicó que en reiteradas oportunidades el sindicato le hizo llegar al gobierno nacional la descripción del esquema de proveeduría, cuyo funcionamiento oficia como un ancla que ayuda a defender el poder adquisitivo. “Sentarse a hablar de paritarias sin avanzar en estas cuestiones es una visión muy acotada”, reflexionó Crocci.
Mucho más en un escenario donde las recomposiciones salariales no logran ganarle y a veces ni siquiera empatarle a la escalada de precios.
“Venimos menos diez”, dijo la dirigente para reflejar esta puja distributiva y explicó que aún se observa “una retracción del consumo”, aunque aclaró que marzo es un mes especial por el inicio de clases. De todos modos, “la realidad es que si los trabajadores tenemos dinero en el bolsillo lo gastamos para vivir”, dijo para explicar cómo ingreso es dinamizador del consumo.
En términos de ingresos “venimos perdiendo año tras año”, dijo y explicó que en el sector se consolidó de abril del año pasado a marzo de este año una paritaria del 54%, pero ya la inflación al cierre del año pasado tocó el 50,5%. Cabe aclarar que la negociación salarial del sector se realiza a través de la federación nacional. “Es imposible ganar y eso genera un fuerte nivel de endeudamiento de la clase trabajadora”, reiteró y recordó que la actividad viene golpeada desde la prepandemia. Si bien el empleo comenzó lentamente a recuperarse “hemos perdido en la época de Macri 1.500 puestos de trabajo y eso no se recuperó, es una tragedia”, concluyó Crocci.
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