Los dirigentes sindicales resolvieron consolidar la relación con el Gobierno y pedir una nueva reunión con la Presidenta para insistir con sus demandas, como la modificación del mínimo no imponible para Ganancias.En el plenario terminó imponiéndose la postura que promovía buscar soluciones negociadas.
“Todo lo que consiguió el movimiento obrero argentino en los últimos seis meses fue por esta CGT”, señaló el secretario gremial de la organización, el taxista Omar Viviani. El dirigente fue uno de los que impulsaron la idea de “bajar los decibeles” en el plenario de secretarios generales que sesionó ayer. A su vez, Viviani destacó que en la “agenda ampliada” que la CGT quiere tratar con Cristina Fernández se contempla el pedido de poner en funcionamiento “el Consejo de Salario Mínimo Vital y Móvil, donde nos encontramos trabajadores, empresarios y el Estado” y enfatizó que tenían que “tratar allí con quienes son los verdaderos formadores de precios, los responsables de la inflación”.
Ante el plenario convocado por la mesa nacional de la CGT, algunos de los principales dirigentes de la central habían hecho circular un documento crítico que apuntaba a las pocas respuestas que el gobierno nacional había dado a los reclamos presentados en los encuentros con la presidenta Cristina Fernández. Para tratar el tema de forma ordenada se citó a la mesa chica de conducción para anticipar el plenario. Pese a la reticencia de algunos dirigentes, como el colectivero Roberto Fernández, finalmente decidieron retirar el documento.
Con la participación de 83 secretarios generales y 82 presidentes de obras sociales sindicales, la CGT resolvió “consolidar la relación con el Gobierno”, según anunció Daer al finalizar el encuentro, y reclamó en su documento final que se convoque “al Consejo del Salario Mínimo Vital, el Empleo y la Producción para discutir” con los empresarios y funcionarios “no sólo salarios, sino políticas para combatir el flagelo del empleo en negro y el trabajo infantil”.
Además plantearon “participar de una estrategia común con el Gobierno para frenar la suba de precios de los productos de la canasta familiar, que erosiona la capacidad de compra de los salarios” y defendió “la libertad de acción” para discutir salarios en paritarias, porque hasta el momento “ningún gremio denunció que alguien le haya puesto un tope en el porcentaje de aumento”.
Viviani recordó algunos de los logros que los trabajadores habían conseguido en este período. “Hace poco tuvimos dos logros a los que los medios no le dieron espacio y que fueron la ley que regula el trabajo doméstico y la ley que declara delito el trabajo infantil. Eso fue un avance importante para el trabajo en Argentina”, señaló el taxista. Luego se refirió a la agresión de una facción de la Uocra platense a militantes de la agrupación La Cámpora, cuando realizaban tareas solidarias en La Plata: “No son trabajadores los que hacen eso, no hay espacio para la violencia entre los trabajadores organizados”.
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