LOS SECTORES MÁS EMBLEMÁTICOS DE LA CENTRAL INTENTARÁN EN LOS PRÓXIMOS DÍAS UNA FOTO CON MOYANO Y LOS "GORDOS".
Los sindicalistas que negocian la unidad de la CGT intentarán en los próximos días un golpe de efecto para revitalizar las gestiones entre los sectores en los que está dividida la central obrera. Aunque el alivio en Ganancias anunciado por Cristina de Kirchner fortaleció la posición de Antonio Caló y de otros dirigentes que prefieren dilatar la fusión hasta después de las elecciones, desde otros sectores madura un encuentro cumbre -algunos dicen que para esta misma semana- con una foto simbólica para dar cuenta de la voluntad de reunificación.
En ese tren están embarcados Hugo Moyano, líder de la CGT opositora, y los "independientes" Gerardo Martínez(albañiles, UOCRA), Andrés Rodríguez (estatales de UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) de la versión oficialista, y el agregado de un sector determinante: los "gordos" de los grandes gremios de servicios, comoArmando Cavalieri (Comercio), Carlos West Ocampo (Sanidad, previsiblemente reemplazado por su número dos, Héctor Daer) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza, sucesor del fallecido Oscar Lescano).
Los negociadores debatieron la semana pasada el mecanismo para lograr mayor contundencia: mientras algunos proponían que trascendiera a último momento el lugar de un encuentro supuestamente reservado, para dar tiempo al arribo de algún fotógrafo, otros dieron gala de su manejo de las últimas tecnologías y las redes sociales para sugerir una "selfie" a cargo de uno de los presentes, que pudiera ser subida a Twitter o Facebook.
Armado
La idea es mostrar unidad entre sectores que, como Moyano y los "gordos", se desconfían y se detestan desde hace años. El armado de esa imagen está más orientado a los presidenciables para 2015 que para el Gobierno, con el que consideran clausurada la gestión de negociación de medidas.
Entre los que alientan la reunificación para el primer cuatrimestre de 2015 alegan que ya cuentan con el compromiso de los sectores más importantes de la CGT. Mientras los "gordos" y los "independientes" garantizan la participación de los sindicatos más numerosos (mercantiles, Sanidad, UOCRA y UPCN), Moyano y sus aliados aportan gremios de condición más estratégica: junto al camionero están los petroleros patagónicos de Guillermo Pereyra, y buena parte de las organizaciones del transporte.
Los opositores a la unidad son menos, pero con una cuota de poder atendible. Al frente de ellos está Caló (Unión Obrera Metalúrgica), como abanderado del sindicalismo asociado al Gobierno y subsidiario de medidas que mantengan a flote la industria en una etapa de retracción económica. En la misma línea se ubica Ricardo Pignanelli, de los mecánicos del SMATA, y otros dirigentes del gremialismo industrial, como Jorge Lobais, de la Asociación Obrera Textil.
Por motivaciones diferentes, más ligadas a la política partidaria, otro que intenta frenar la fusión es Omar Viviani(taxistas), como referente de un grupo de exaliados de Moyano en los 90 que se hartó del personalismo del camionero en los últimos años. Lo secundan en esa tarea otros dirigentes del transporte, como Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Marcos Castro (Capitanes de Ultramar) y Omar "Caballo" Suárez (SOMU, obreros marítimos), en este último caso, jaqueado por internas en su gremio y por un procesamiento dictado por la Justicia federal por supuestas presiones contra compañías navieras.
Apoyo
De hecho, Viviani y Suárez se encargaron de disuadir a sus colegas de sumarse a las negociaciones por la reunificación con el argumento de que Moyano había prestado apoyo político y asesoría legal a los opositores al líder del SOMU.
La tesis central de este sector es que la negociación por la unidad de la CGT recién deberá avanzar luego de las primarias, y concretarse después de la elección presidencial de 2015, en vista de que los dirigentes de la CGT están embarcados en el respaldo a distintos candidatos presidenciales.
Comentá la nota