Cómo pasó en 48 horas de apoyar las marchas contra el DNU a negociar con el Gobierno. El paro de la CGT y el rol de Barrionuevo.
CARLOS CLAÁ
La mega reforma que plantea el Gobierno tiene sus mayores inconvenientes en el plano laboral. Es el área que le causó más dolores de cabeza a Javier Milei: la CGT organizó el paro general más rápido de la historia de un Presidente y la Justicia suspendió sus efectos.
Pero incluso acá, donde todas parecen pálidas, el liberal podrá decir que tiene un alfil propio. Alguien que se sienta a negociar, mientras los demás eligen la intransigencia. El titular del gremio con más afiliados del país: Armando Cavalieri, de Comercio, es el caballo de Troya de Milei en el mundo sindical.
Hasta el momento, fue el único sindicalista que se sentó con miembros del Gabinete e incluso prometió adherirse al nuevo sistema de indemnizaciones. El Gobierno usará su figura para intentar debilitar a la CGT con el prematuro paro definido para el 24 de enero.
Doble juego.
Cavalieri pasó de estar sentado en la mesa de la CGT y de ponderar las primeras marchas contra las reformas de Milei, a ser el primer gremialista en decirle que sí al nuevo sistema de indemnizaciones, luego de reunirse con dos dirigentes clave del Presidente: Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, y Omar Yasín, secretario de Trabajo.
El cambio fue abrupto. El 26 de diciembre, Cavalieri se expresó a favor de una marcha de los empleados de Comercio contra el DNU: “Es un llamado de alerta sobre la necesidad de defender todo lo logrado. Y para exigir un futuro con estabilidad política, pero sin desatender las conquistas de los trabajadores”, escribió en un comunicado. Pero 48 horas después, estaba sentado junto a parte del gabinete de Milei para aceptar el Fondo de Cese Laboral, una de las reformas más importantes que propone el Gobierno: la quita del tradicional sistema de indemnizaciones, al estilo UOCRA.
La noticia la dio la ministra Pettovello en Twitter: “El gremialista expresó su adhesión a la figura Fondo de Cese, incluida en el DNU 70, que establece un sistema de cobro de indemnización inmediato y justo a fin de poder hacer frente a futuros despidos. Una promesa de campaña de Javier Milei que hoy es realidad”, escribió. Y generó la bronca de parte del sindicalismo.
“Lo que hizo Cavalieri es lamentable”, lo cruzó Ramón Muerza, su rival en las últimas elecciones del gremio, en una entrevista en radio Continental. Una parte de los afiliados no se siente identificada con el histórico dirigente. “Este hombre se reunió con el Gobierno para entregar las indemnizaciones de nuestros empleados, siendo que tenemos otras prioridades. Debería estar pidiendo la reapertura de paritarias”, agregó el opositor.
Mientras Rodolfo Barra, el procurador del Tesoro, preparaba la apelación a la cautelar de la Cámara del Trabajo, que suspendió el capítulo de reforma laboral del DNU, Pettovello y compañía buscaban seducir a más gremios con Cavalieri como punta de lanza. Luis Barrionuevo, de Gastronómicos, que estuvo cerca en la campaña y luego se alejó, podría ser el próximo objetivo.
Histórico.
En el 2023, Cavalieri asumió su décimo mandato al frente del sindicato de Comercio. Pero su currículum no está exento de manchas. En los ’90, el dirigente fue protagonista de una serie de tapas de NOTICIAS, tras haber intentado sobornar a quien luego sería director de esta revista, el periodista Edi Zunino. Le pedía que lo dejara de investigar a cambio de una impactante suma de dinero para él y para la editorial, que fueron rechazadas. El gremialista fue llevado a juicio, con las pruebas pertinentes, en una causa que nunca prosperó.
Si el DNU vuelve a tomar fuerza, Cavalieri aportará su masa de afiliados para adherirse a las reformas en un movimiento que condicionará al resto de la CGT. Mientras los gremios reclaman por las medidas, el histórico sindicalista prefirió adelantarse a la jugada. Eso le puede dar una buena ventaja, o dejarlo en off side, depende de cuál sea el futuro de Milei.
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