Una conversación entre dos ex dirigentes del hoy intervenido Sindicato Obreros Maritimos Unidos (SOMU) muestra claramente la caliente interna que se vive en el gremio a días del fin de la intervención judicial, que concluye el 26 de febrero. Con Omar "Caballo" Suárez detenido, las peleas entre dirigentes están a la orden del día.
En el audio, además de chicanas propias de contendientes electorales, casi como al pasar uno de ellos hace una confesión escalofriante.
Antonio Lado París es un dirigente gremial del SOMU que pertenece a una agrupación alineada con Suárez. Hace algunos días realizó un llamado telefónico al también ex dirigente Jorge Alfaro, quien encabeza una agrupación interna del sindicato con el apoyo de la actual interventora, la diputada Gladys Gónzalez. Recientemente, afiliados al sindicato denunciaron que la intervención había gastado una cifra millonaria en cajas navideñas para repartir en las seccionales y que dentro de las mismas había propaganda proselitista de la agrupación de Alfaro.
Gladys González, interventora en el SOMU
La llamada se inicia dando sobradas muestras del conocimiento mutuo de ambos dirigentes e incluso con alguna broma. Pero a poco de avanzar, el diálogo se torna más agresivo y Alfaro le espeta a su interlocutor: "Ustedes no participan de las elecciones, están afuera ya está decretado por el Gobierno (…) lean las leyes".
En su moomento, ambos dirigentes pertenecieron a la conducción de Suárez, pero Alfaro se distanció en 2010. De la grabación se desprende que a pesar de estar el gremio intervenido, lo mismo que su obra social Alfaro, tiene cierto acceso a la misma.
Pero entre chicanas y veladas amenazas, lo que promediando la conversación espeta el candidato oficial de la intervención para suceder al "Caballo" es que conocía plenamente su accionar delictivo. "A mí no me importa que el Caballo transportara droga en los buques de Maruba o se robara caños, eso todos lo sabíamos".
A lo que Alfaro se refiere es a la operatoria de la Empresa Naviera "Maruba", la que tal como informara Infobae, fue beneficiada con un auxilio financiero de $ 420.000.000 en 2011 y que se implementó por intermedio de un fideicomiso del Banco Nación que permitió al SOMU y al Centro de Capitanes de Ultramar ( y otros gremios en menor proporción) adquirir el 35% del paquete accionario de la naviera inyectando de esta manera capital operativo.
El SOMU vive una caliente interna
A partir de allí la conjunción de empresa y gremios, permitió a la naviera competir en condiciones mucho más ventajosas que el resto del mercado naviero, pero se sucedieron todo tipo de maniobras irregulares las que curiosamente siguen desarrollándose en el presente.
En la actualidad, en el SOMU existen tres líneas internas , una la encabeza Alfaro, la otra Mario Morato quien por ahora es reconocido por la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) como el Secretario General del SOMU en funciones, y la tercera la integran ex miembros de la comisión de Suárez, que fueron expulsados por este en 2013.
Mientras tanto, todo en torno a la normalización del centenario sindicato marítimo es confuso. Por un lado, la Justicia apura al juez Canicoba Corral para que de por terminada la intervención y devuelva el gremio a sus afiliados. Por el otro, el magistrado pretende que el Ministerio de Trabajo se haga cargo del proceso eleccionario, pero que sea González quien siga manejando la administración del mismo hasta que haya nuevas autoridades. En tanto, la junta electoral del sindicato ha reclamado en la Justicia que no estando imputados ni sospechados sus miembros por irregularidad alguna, deben ser ellos quienes lleven adelante las elecciones.
El “Caballo” Suárez
Vale destacar que este gremio en particular, tiene un proceso electoral que se prolonga mucho en el tiempo por la sencilla razón que sus afiliados se encuentran en alta mar y hay que darles tiempo a que regresen a tierra para votar, a diferencia de lo que ocurre en un sindicato terrestre.
En medio de pujas internas y chicanas , en el último año 2500 trabajadores quedaron sin empleo y mientras ello ocurre, la naviera a la que se refiere Alfaro (Maruba) ha comenzado a tripular buques con marineros filipinos los que al decir de sus directivos "son mas baratos y sumisos".
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