En primer lugar, tanto Micheli como Rigane hicieron hincapié en la política de persecución sindical que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri a través de intervención de sindicatos, represión de protestas sociales y estigmatización mediática, con el fin de amedrentar las organizaciones sindicales, crear un clima de temor entre las compañeras y compañeros y así avanzar con las políticas de ajuste, entre ellas, la precarización laboral.

En este mismo sentido, los líderes sindicales plantearon la preocupación por el caso Horacio Catena, Secretario General de la CTA-A Tierra del Fuego y del SUTEF, al haber sido exonerado por la gobernadora Rosana Bertone, como así también del Secretario General adjunto del Sindicato Luz y Fuerza Zárate, Damián Straschenco, envenenado en su lugar de trabajo y luego condenado por la justicia por pasar de víctima a victimario y responsable de dicha situación.

En otra línea, se transmitió la necesidad de que la Comisión de Libertad Sindical actúe ante el gobierno argentino para que éste otorgue la personería gremial a la FeTERA tal cual fue resuelto por la Cámara General del Trabajo. Hace más de un mes que el Ministerio de Trabajo no se expide al respecto, motivo por el que se solicitó la intervención del Director General de la OIT, Guy Ryder, ante el gobierno para el cumplimiento de la decisión de la justicia laboral.

Desde la entidad internacional se comprometieron a interceder rápidamente. Por último, se resaltó la falta de posibilidad de discutir la convención colectiva de los empleados judiciales, lo cual suma una arista más a lo que significa la falta de libertad y democracia sindical.