En la semana en la que volvió a la luz pública, Luis Barrionuevo envió una multiplicidad de mensajes al mundo sindical y a la política. Consolidó la guardia pretoriana a Claudio Moroni, profundizó la grieta con Dante Camaño y se abrazó con Wado de Pedro. Dinámica de lo impensado.
Luego de un largo tiempo sin exponerse públicamente tras lo que fue su separación, Luis «Bandeja» Barrionuevo volvió a los primeros planos con un raid de actos en los que dejó una infinidad de mensajes al mundo político y al universo sindical.
Primero, el extitular de la CGT Azul y Blanca participó de un circulo sindical que cerró una guardia pretoriana sobre el ministro de Trabajo Claudio Moroni. Fue en el marco del Congreso de Sanidad en el que formalmente Héctor Daer reemplazó a Carlos West Ocampo al frente de la Federación. Allí, junto a los Gordos y los Independientes, llenaron de elogios al Ministro hecho que, en definitiva, fue una banca al propio Alberto Fernández en medio del acalorado debate interno del Frente de Todos.
Más tarde, llegando al fin de semana, encaró el 56° Congreso General Ordinario anual de los gastronómicos en la ciudad de Mar del Plata. En ese contexto en el hotel UTHGRA Sasso realizó el 35° Plenario Nacional de Secretarios Generales del gremio de gastronómicos y dio la orden de no permitir el ingreso del titular de la seccional porteña, Dante Camaño.
La decisión profundizó la grieta con su excuñado y exsocio sindical que se quedó con el control de la seccional Capital y que, por estas horas, recorre despachos de la CGT y consolida su lugar en el armado gremial de Juntos por el Cambio.
El objetivo de Camaño en ese plan es doble: busca una plataforma que le permita sostenerse en el gremio y que, eventualmente, le posibilite construir una candidatura para desafiar al propio Barrionuevo dentro de 4 años.
Pero el hecho más potente, por el peso específico de la instantánea, llegó en el cierre del congreso de los gastronómicos. Allí se lo vio abrazado con el Jefe de Gabinete y referente de La Cámpora, Eduardo Wado De Pedro. El gremialista, que siempre se mostró reacio al armado de Máximo Kirchner, destacó el apoyo del ministro durante la pandemia.
«Estuvo con nosotros en los peores momentos que hemos vivido en la pandemia. Él siempre nos ayudó, gestionó y trabajó para poder resolver problemas que teníamos nosotros coyunturales de la crisis que estábamos viviendo y realmente estuvo al lado nuestro sin ningún tipo de burocracia», resaltó.
Si bien la foto causó sorpresa y algo de desconcierto, lo cierto es que tiene un antecedente cercano que varios omitieron. Este mismo año cuando se anunció la firma del convenio para reconvertir 4 mil planes sociales en empleo genuino en la actividad gastronómica, Wado fue uno de los funcionarios que participó del acto y que trabajó institucionalmente para posibilitarlo.
De hecho, la reconversión de planes en empleo es uno de los ejes de la agenda de trabajo del ministro, que mantiene con frecuencia reuniones con diferentes actores del mundo sindical que, mayormente, no toman trascendencia pública.
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