La Asociación Bancaria, liderada por Sergio Palazzo, lanzó un contundente rechazo al cierre de la sucursal del Banco Nación Argentina (BNA) en Ramos Mejía, en el municipio de La Matanza.
La decisión de clausurar este establecimiento, ha generado tensiones entre el sindicato y el gobierno de Javier Milei, a quien acusan de utilizar la entidad como “instrumento de disciplinamiento político”.
En un comunicado emitido tras el anuncio del cierre, La Bancaria advirtió que, si la decisión no se revierte, “la respuesta será una sola y contundente: habrá lucha y habrá conflicto”. Además, se informó que el gremio se reunirá el próximo martes por la tarde con el presidente del BNA para tratar de frenar la medida y garantizar la estabilidad laboral de los empleados afectados.
El sindicato no sólo rechaza el cierre, sino que también considera que esta maniobra tiene un trasfondo político. Según la organización, el Ejecutivo está llevando a cabo una política de ajuste que perjudica directamente a los trabajadores bancarios. “Es innecesario, injusto y perverso poner a los trabajadores en la angustia de no saber si al otro día van a tener su lugar de trabajo o no”, destacó La Bancaria en su comunicado.
La medida ha generado una reacción en cadena. Desde el sindicato recordaron que, a principios de octubre, el Banco Nación también intentó cerrar varias sucursales en la provincia de La Pampa, una acción que fue interpretada como represalia contra el gobierno provincial, crítico de las decisiones de la administración central. “Este es un claro ejemplo de cómo se utiliza el Banco Nación como herramienta de presión política. Primero fue en La Pampa; ahora, en La Matanza. Esto no es casualidad”, sentenció un representante sindical.
Por su parte, la Comisión Interna del BNA ya se ha declarado en estado de alerta y movilización y ha anunciado que, a partir del lunes, podrían implementarse medidas de fuerza si no se resuelve el conflicto. “Si el Banco no garantiza los puestos de trabajo, condiciones de los mismos, y si pretende avanzar con su política de ajuste y reducción de sucursales, no nos quedaremos de brazos cruzados. Vamos a defender nuestros derechos”, afirmaron desde la Comisión.
La comunidad local también ha expresado su descontento por el cierre de la sucursal, un servicio esencial para muchos vecinos de la zona. En este contexto, La Bancaria apunta al “triste papel” del directorio del BNA, al que acusan de ser “empleaditos del mes” de un empresario cercano a la administración central. “Más triste aún es el papel del directorio del BNA, que termina siendo utilizado como fuerza de choque y disciplinamiento político”, dispararon desde el gremio.
La reunión del próximo martes será determinante para definir los próximos pasos y, posiblemente, el inicio de nuevas acciones gremiales en defensa de los derechos laborales de los empleados bancarios.
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