Un documento firmado por el titular del gremio y electo diputado nacional bonaerense por el Frente de Todos (FdT), Sergio Palazzo, y el secretario de Prensa, Eduardo Berrozpe, condenó hoy la actitud del Santander, que «insiste en cerrar 100 sucursales, tercerizar la operatoria bancaria e incumplir el pago al personal del bono anual».

El plenario amplió esa facultad de convocar a una huelga en otras entidades financieras para «el caso de que se reiteren situaciones similares», aseguraron.

Los dirigentes explicaron que el alerta gremial obedeció a la ausencia de respuestas positivas en la comisión paritaria para aplicar la Ley de Teletrabajo, el pago de los gastos que devienen de esa modalidad laboral y otras que suponen, por ejemplo, el uso de telefonía celular, como lo indica el artículo 76 de la Ley de Contrato de Trabajo.

El plenario de secretarios generales solicitó la reapertura de paritarias para adecuar los salarios y un programa de reconversión profesional, y ratificó el reclamo al Banco Central (BCRA) para que «mantenga y haga cumplir la prohibición de cerrar sucursales y suspenda las circulares que habilitan la tercerización y externalización de actividades, como las agencias complementarias y prestaciones de la banca digital».

Los secretarios generales de las 53 seccionales bancarias ratificaron la decisión de unidad del gremio para renovar en diciembre próximo la conducción nacional y el liderazgo de Palazzo, y también su adhesión a los compromisos que se reivindican hoy en la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.

Por último, reiteraron su repudio a «la irregular liquidación del Banco de Desarrollo de Jujuy y a la vulneración de derechos de los trabajadores», a la vez que avalaron «la continuidad del plan de lucha que se aplica en el ámbito de la seccional provincial».

Palazzo y Berrozpe señalaron que el plenario analizó hoy «la situación gremial; la desordenada reconversión del sistema financiero, que supone la degradación de la calidad de un servicio público; la precarización y pérdida del empleo bancario; la falta de buena fe para avanzar en la formación profesional del personal que debe cambiar de puesto de labor por los cambios tecnológicos –como en el sector Tesorería–; la dilación para cumplir la Ley de Teletrabajo y la evolución del poder adquisitivo salarial».

Por ello, el plenario de secretarios generales determinó el estado de alerta gremial y facultó a la conducción a paralizar el 2 de diciembre las tareas en el Santander.