Recordemos que la mayoría de estos sectores provienen de viejos rezagos de las fuerzas de seguridad que, han visto en la seguridad privada un medio para ganar dinero fácil con una ínfima inversión y a costa de la explotación de sus empleados.

A estos viejos sectores se suma alguna multinacional de capitales extranjeros y cotizante en bolsa que, avalada por el Estado, retuvo para si mismo los aportes de la seguridad social de los trabajadores durante los últimos dos años, que recurre a la ayuda estatal alegando una crisis inexistente y aun así, incumple con las normativas laborales de nuestro país, acto que representa desfinanciar al mismo Estado que le brinda la ayuda económica.

Este “eje del mal” compuesto por estos empresarios que entre gallos y medianoche persisten en mantener decisiones unipersonales para sostener a su socio sindical de los últimos 40 años y que de vez en cuando le hacen un guiño a sectores sin representación nacional, pactando una recomposición efímera e insuficiente que fue fagocitada en menos de una semana por la actualización de los valores de la canasta básica, demuestran que no tienen la capacidad ni la intención de formar una actividad grande, solo tienen la avidez de engrandecer sus bolsillos.

En vista de esta tesitura empresarial de aquellos que pretenden sostener un viejo esquema indigno para el trabajador, sometiéndolo a la variable de ajuste y a la pobreza, el Bloque Nacional de Seguridad Privada se declara en estado de alerta y movilización, accionando todas las vías a su alcance, tanto gremiales como judiciales. Así también desde el armado de unidad que integran Leónidas Requelme y Christian López anunciaron que “vamos a movilizar a las Cámaras Empresariales, solicitando en carácter de urgencia una definición concreta del sector junto con el pedido de un incremento salarial acordé a las necesidades de los trabajadores y no en migajas o en cuotas como pactaron con sectores sin representación nacional y una pareja de desquiciados que no tienen el aval de los vigiladores” y redoblan la apuesta anunciando medidas de similares características en el Ministerio de Trabajo, el cual deberá asumir su cuota de responsabilidad por el accionar empresarial que atenta contra los trabajadores, el gremio y la actividad en general.