La inacción del Estado de normalizar la situación de indefinición judicial de UPSRA está propiciando una situación total de anarquía que cada vez es más difícil controlar: lo que empezó siendo tímidas manifestaciones a la Superintendencia de Salud durante el año pasado realizadas por seguidores de Ángel García y negadas por este último...
...pasando por la escalada de violencia que derivó en el intento de toma del sindicato, también sin la venía del octogenario dirigente, contabilizando hasta el momento vehículos del sindicato robados, baleados o incendiados, locales regionales intimidados con la interrupción violenta de patotas, mensajes mafiosos o vidrios destrozados, y los hechos de público conocimiento que se sucedieron en el aeropuerto de Ezeiza donde nuevas facciones intentan arrebatarle el control a los históricos regionales a los cuales García les ha dado la espalda, pone a las claras un resultado nefasto: si el estado no interviene en carácter de urgencia en la situación de UPSRA, todos los pronósticos vaticinan que esto está a punto de tornarse inmanejable y de salirse de control.
La violencia que se vive en el gremio de los trabajadores de seguridad es real y sin un control inmediato en cualquier momento puede terminar en una fatalidad: está en riesgo la vida y la integridad física de las personas. El Bloque Nacional de Seguridad Privada vine denunciando y advirtiendo esta gravísima situación desde hace meses.
El "estado de indefinición judicial" de UPSRA no lo inventamos nosotros, lo expuso el mismísimo Presidente de la Nación, Alberto Fernández, cuando redactó el decreto de intervención de OSPSIP en abril del 2021 y lo ratificó la Ministra de Salud Carla Vizzotti hace unos días atrás: todos saben que pasa en UPSRA pero nadie hace nada: ¿Esperarán acaso una fatalidad para que definan la situación del gremio? ¿A qué se debe la inacción estatal? ¿Habrá favores políticos, viejas amistades territoriales o entramados corruptos que podrían ver la luz si un interventor comienza a revisar las cuentas del sindicato? ¿Se estará tapando la desafortunada gestión de algún funcionario que favoreció el financiamiento millonario de algunas empresas? Son todos interrogantes sin respuestas, interrogantes inexplicables para definir la inacción estatal sobre la situación de UPSRA.
Mientras el estado de anarquía alimenta reacciones propias del lejano oeste a los cowboys sindicales de la seguridad privada, mientras los organismos estatales miran hacia otro lado, los trabajadores permanecen en un estado de indefensión, siendo fagocitados por la voracidad empresarial que hace y deshace a su antojo gracias a la inexistencia de una conducción gremial convalidada por las autoridades competentes, autoridades gubernamentales (anteriores y actuales) y autoridades judiciales que se encargaron sistemáticamente de la destrucción del gremio de los trabajadores de seguridad a través de fallos que, o se encargaron de contradecir la voluntad de los afiliados, o bien, convalidaron provisoriamente a dirigentes ilegítimos con mandato vencido que debían convocar a elecciones democráticas y no lo hicieron. El Bloque Nacional solicita la normalización de UPSRA de forma inmediata, ya no hay más tiempo para aquellos que se encargaron de especular con la gravísima situación de los trabajadores durante estos últimos años. Los trabajadores, con sueldos de pobreza en Buenos Aires y que rozan la indigencia en la mayoría del interior del país, necesitamos respuestas concretas de parte del estado y sus organismos para que intervengan en la grave crisis que atraviesa nuestro gremio.
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