La incertidumbre y la dispersión inundaron la CGT oficialista. Golpeada por la falta de señales de Cristina de Kirchner, la central obrera del metalúrgico Antonio Caló puso en duda la realización de una reunión de su Consejo Directivo prevista para mañana. El eje de la problemática es el mismo que atraviesa todo el movimiento obrero: el reclamo por un alivio de fin de año en el Impuesto a las Ganancias.
La CGT más afín al Ejecutivo había resuelto pedirle una audiencia a la jefa de Estado para enunciarle, una vez más, su planteo respecto del impuesto sobre los salarios. Sin embargo, dirigentes con poder interno como los "independientes" Andrés Rodríguez (estatales de UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA) admitieron que si no hay voluntad política de tomar la medida reclamada, no tendrá sentido insistir con esa entrevista.
La semana arrancó a pura deliberación entre los gremialistas. El lunes hubo un encuentro en la UOCRA entre los "independientes" y los "gordos" Armando Cavalieri (Comercio), Carlos West Ocampo (Sanidad) y Guillermo Moser (el reemplazante del fallecido Oscar Lescano en Luz y Fuerza, última incorporación al grupo) en donde el diagnóstico fue común: sospechan que el Gobierno no cederá al pedido por Ganancias. Y si lo hace, sólo lo capitalizará Cristina.
La inquietud será puesta en común hoy en una nueva reunión de la "mesa chica", con la presencia de Caló y sus aliados, como Omar Viviani (taxistas), junto a los "independientes" y los "gordos". Del debate de hoy surgirá si se mantiene la convocatoria de mañana al Consejo Directivo.
Los gremialistas más negociadores temen mostrar debilidad frente a opositores como Hugo Moyano y los gremios del transporte, que hoy mismo debatirán medidas de fuerza para antes de fin de año.
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