Dirigentes que participaron del encuentro con Tomada contaron a este diario que durante la charla se conversó sobre los planteos vinculados a la universalización de las asignaciones familiares, los fondos de las obras sociales, la reforma del impuesto a las Ganancias y la marcha de la nueva ronda de paritarias. “La intención fue la de retomar la agenda y ver cómo se avanza en los temas pendientes”, remarcó un gremialista.

Además de Caló, de la reunión con Tomada también participaron los dirigentes Omar Viviani (taxis), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Carlos Quintana (UPCN), Omar Maturano (La Fraternidad), Jorge Lobais (textiles) y Norberto di Próspero (APL).

La cita con Tomada fue el primer acercamiento que la CGT más afín a la Casa Rosada mantuvo con funcionarios del Gobierno tras la filtración a los medios del crítico documento que la entidad iba a discutir en el suspendido plenario de la semana pasada.

El texto planteó por primera vez la profunda preocupación de los gremios por el repunte de la inflación y reclamó la extensión en sus plazos y condiciones de los acuerdos de congelamiento de precios sellados por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con las cadenas de supermercados. Además, el pronunciamiento expresó el rechazo rotundo de la central de Caló a cualquier pretensión oficial de imponer un techo a las discusiones salariales y exigió “paritarias libres”.

El plenario de secretarios generales de los más de 80 gremios de la central, previsto para la semana pasada, fue suspendido por el viaje de algunos gremialistas a Caracas para asistir a las exequias del presidente venezolano Hugo Chávez. Inicialmente la idea de la entidad era concretar el encuentro esta semana, pero finalmente ayer Caló y el resto de la conducción decidieron postergar la convocatoria para el próximo 10 de abril.