La designación de Taboada a la CGT es un indicativo y un mensaje de Hugo Moyano, quien abona a la estrategia de la CGT en lograr encausar diferentes negociaciones con el Gobierno.
La renuncia de Pablo Moyano a la conducción de la CGT y su reemplazo por Jorge Taboada, designado por Hugo Moyano, supone una confirmación en la dinámica interna y estrategia política de la central obrera. La transición parece definir la postura de la CGT frente al gobierno de Javier Milei y descomprime tensiones en el consejo directivo.
Pablo Moyano caracterizó su estadía en la cabeza de la mesa por su perfil combativo, con la promoción de paros, protestas y fuertes críticas hacia sus compañeros en la cúpula de la CGT, como Héctor Daer y Carlos Acuña, entre otros, a quienes cuestionaba por su tono dialoguista y por priorizar la negociación con el gobierno.
Los modales sindicales del Adjunto de Camioneros –claramente- marcaban una fuerte contrapropuesta a la línea de los denominados “Gordos” e “Independientes”, lo que generaba tensiones internas entre unos y otros.
En este contexto, Hugo Moyano, hace varios años y desde su salida de la Primera Magistratura Sindical, se muestra propenso al dialogo, a la conquista mediante la negociación y alejado de las grandes y masivas manifestaciones y, la designación de Taboada marca la intención del histórico Pope de unificar la postura del triunviro.
El mensaje parece ser bastante claro: consolidar una línea de acción que, aunque no excluye la defensa de los trabajadores y las protestas (sobre todo que la Secretaría de Trabajo no quiere aceptar la paritaria caminoera), prioriza la negociación sobre la confrontación directa.
Las Ley Bases, la reforma sindical, el avance sobre las obras sociales, indemnizaciones y cese laboral, todo ello forma parte de una lista de negociaciones que llevó y lleva adelante la CGT pero hasta el momento sin medidas de fuerza grandilocuentes, a excepcion del DNU 70/30, que sí incluyo un paro nacional.
Las declaraciones de Jorge Sola a Sonido Gremial sobre las diferentes posturas sintetizan el pensamiento de la CGT: “Cada uno de nosotros es tan dirigente gremial como el otro y nadie es menos dirigente gremial porque piense diferente, sino que los objetivos que tenemos todos son defender a los trabajadoresdesde los diferentes lugares donde podamos hacerlo, la calle es un lugar, la mesa de diálogo es otro lugar, cada empresa donde vamos, cada paritaria que peleamos, cada decisión que hacemos, cada declaración que hacemos a los medios, también son lugares donde peleamos y todo confluye en el mismo modo, que ninguna de las políticas que en algún modo están afectando al trabajador ahora, terminen siendo definitivas, sino que la podamos cambiar”.
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