Alcides Camejo salió a responder las manifestaciones vertidas por la Cámara de Exportadores de Citrus del Noreste Argentino (CECNEA) respecto a que la petición de aumento salarial por parte del gremio es inviable para el sector.
El Sindicato Obrero de la Fruta (S.O.F.) ha puesto sobre la mesa de negociación paritaria su pretensión de un jornal mínimo de 2650 pesos para el trabajador de la cosecha, una cifra que hizo poner el grito en el cielo a la parte empleadora. Al respecto, el secretario general del S.O.F respondió: “Esto de la viabilidad del sector lo vengo escuchando desde hace veinte años. La verdad es que si la actividad no fuera rentable no la realizarían. La realidad es que la actividad tiene problemas como todas, pero los últimos años han sido muy rentables, tanto para el mercado interno, ya que la naranja aumentó un 229% para la exportación.” El S.O.F. también divulgó datos duros de la cantidad de trabajadores registrados en las principales empresas de la región.
Esta semana la Cámara de Exportadores de Citrus del NEA (CECNEA), describió un complejo escenario que, según la entidad, afrontaría el sector, al carecer de la rentabilidad mínima necesaria para abonar el incremento salarial superior al 100% pretendido por el Sindicato Obrero de la Fruta de Concordia (S.O.F.). El CECNEA pidió que “prime la racionalidad a fin de acordar aumentos que no conspiren contra la viabilidad de una actividad que da trabajo a más de 10.000 personas en cada temporada”.
En respuesta, el secretario general del S.O.F., Alcides Camejo, remarcó que “durante el gobierno de Mauricio Macri tuvieron una devaluación del dólar sideral, por lo que el tema de la rentabilidad es todo ‘chamuyo’; aparte el Estado les perdonó deudas y les ha dado beneficios a través de la ley de Emergencia Citrícola. La actividad es rentable y mucho más rentable que otras que tienen que pagar y cumplir verdaderamente con todo lo que manda la ley. Los productores y exportadores citrícolas evaden las cargas sociales, los aportes previsionales, pagan jornales de miseria a los trabajadores. No solo la discusión es salarial sino que es estructural. Un litro de leche vale 100 pesos, un litro de aceite vale 250 pesos, ni hablar la carne, por lo que el jornal pedido es justo.”
El sindicalista volvió a insistir que la situación de enorme informalidad en el sector hace que los trabajadores tampoco puedan acceder al servicio de salud: “hoy la obra social esta fundida porque no hacen los aportes, el sindicato lo mismo. El 98 por ciento de los trabajadores de la cosecha no están registrados y a los de empaque les pagan los días que trabajan, que no superan los 4 ó 5 días por quincena y sólo sobre esos días hacen los aportes. Esto hace que la obra social no puede hacer frente a sus obligaciones y las necesidades del trabajador y su familia. Estos trabajadores son conciudadanos que viven en condiciones muy difíciles. Yo hago responsables de la desigualdad de esta ciudad y de la región, a estos empresarios ricos con trabajadores pobres.”
En general, el sector empresario contrata a empresas de servicios para que le levanten la cosecha durante la temporada. Por lo que la situación de la informalidad de los trabajadores suele recaer en estos intermediarios y no en los explotadores de las quintas y los grandes empaques que deslindan su responsabilidad: “la excusa es que ellos son productores y exportadores que contratan a empresas de servicios, y que son estas empresas de servicios las que no hacen los aportes. Pero ellos saben muy bien que las empresas de servicios que contratan son insolventes. Es un contubernio que tiene como objetivo estafar al trabajador, pagándole sueldos miserables y evadiendo las responsabilidades fiscales y previsionales”, aseguró Camejo. Y agregó: “si la actividad citrícola si fuera inviable ya hubiese desaparecido, pero a la vista esta que invierten en maquinarias de ultima generación, en nuevos empaques, en cámaras frigoríficas, plantaciones con nuevas variedades etc. y que dichas inversiones son excelentes para la continuidad de la actividad y de su propio capital, pero no invierten en el capital humano que es el que pone el cuerpo para levantar sus cosechas. Si la actividad fuese inviable no habría 167 quintas en la provincia de Corrientes y más de 190 quintas en la provincia de Entre Ríos todas certificadas por el SENASA”, detalló el sindicalista.
Camejo se pregunta: “Si la fruta espera ser levantada por 10.000 personas como manifiestan ellos, lo que me pregunto es ¿dónde están esos trabajadores? ¿Dónde están registrados todos? En las declaraciones juradas de las empresas exportadoras no aparecen, en la provincia de Corrientes no hay ninguna empresa que tenga personal propio excepto COPECICOR empaque. Los cosechadores de Corrientes, unos pocos, son contratados por los pseudo-socios-empresarios de los gerentes que les ponen cuatro días por quincena en el recibo de sueldo y los hacen trabajar a destajo aprovechándose de las vulnerabilidades sociales de los trabajadores. La misma situación la utilizan en Entre ríos, donde hace pocos días atrás hubo un lamentable accidente en la quinta ‘Oro Verde’, propiedad de ‘Anaconda Citrus, Trébol Pampa’ con un trabajador aplastado por las ruedas de un tractor y este trabajador de una empresa de servicios CITTRICON SA, sin registrar, sin seguro, en negro, al igual que el resto de sus compañeros.”
Según datos aportados por el sindicato, la cantidad de trabajadores registrados en algunas de las más importantes empresas y contratistas del sector son:
Trebol Pampa y su empresa de servicio Argencitrus: 183 empleados registrados
Cantallops Diego Alejandro, su mujer, Benítez Diana Lourdes, y Orange People: 105 empleados registrados
Entre los contratistas Rodríguez Julio, Riquel Miguel Ángel, Riquel Agustín, Pellegrini Roberto, Gascón Alfredo: Suman en total 70 trabajadores registrados.
Salerno Roberto: 84 trabajadores registrados como propios. En tanto que una empresa de servicio de empaque, que el sindicato imputa a Salerno, pero está a nombre de un Olivera Ramón y que según denuncian cambia de firma cada 2 años para no ser detectado por AFIP: 69 empleados registrados
FAMA: 90 trabajadores registrados.
COCICO, con Andrini y Cabral como empresas contratadas de servicios: suman 105 trabajadors registrados.
COPECICOR: 25 trabajadores propios y para la cosecha –aseguran desde el sindicato- todos en negro que viajan desde Concordia hacia Mocoretá y aledaños.
“Párrafo aparte se lo merecen los pequeños productores de Villa del Rosario, Santa Ana y Chajari”, agrega Camejo sin dar nombres propios pero con cierta ironía: “Con su producción apenas les alcanza a cubrir los últimos modelos de camionetas Volkswagen Amarok V6 o algún camioncito Scania 450, algún que otro tractor, una camarita de frío, una línea nueva de empaque… Ellos directamente no tienen trabajadores registrados porque parece que son autosuficientes así que cosecharían, cargarían los camiones y embalarían la fruta todos en familia...”
“Un aumento desproporcionado a otras paritarias de otros sectores del país aducen, pero no dicen que no es lo mismo un aumento del 40% como la mayoría de las demás actividades del país que tienen una base mínima de sueldo de .000 pesos mensuales contra un cosechador que gana .273 pesos por día trabajado”
Una situación similar en el NOA
Con respecto a los trabajadores del NOA (cosecha de limón en Tucumán), que han recibido un un aumento del 40.6% que llevó a 1.700 pesos el valor del jornal de marzo a octubre 2021, Camejo explica que “ese acuerdo fue firmado a espalda de los trabajadores, entre los exportadores y la UATRE, sin consultar a sus bases. También es cierto que los Trabajadores rechazaron ese aumento y están cortando las rutas y accesos a las plantas de empaque, y también es cierto que esos compañeros están exigiendo un jornal mínimo de 2.500 pesos por día y el valor de la maleta a 100 pesos y que también es cierto que los empresarios tucumanos aducen que también es inviable la actividad por sequia, por lluvia, por el valor del dólar etc. al igual que los empresarios de nuestra región.”
“Dicen que el año pasado hubo una reestructuración de los salarios pero no recuerdan que se tuvo que llegar a un LAUDO ARBITRAL para que defina lo que los empresarios no estaban dispuesto a pagar, cuando sus ofertas eran irrisorias”, recordó el sindicalista. Y agregó: “esperamos que su oferta salarial tampoco sea irrisoria cual es su costumbre este lunes y sea acorde a la sustentabilidad de los trabajadores para que puedan ir a cosechar con la panza llena y con el cuerpo caliente, ya que de esto se trata, del alimento, de la vestimenta, de soñar con una mejora habitacional para cada uno de los trabajadores de esta noble actividad, que sepan que una canasta básica de alimentos esta arriba de 60 mil pesos para una familia tipo según INDEC y que no puede haber un trabajador pobre trabajando y a su vez generando riquezas para unos pocos crápulas que se consideran empresarios privilegiados”, remató Camejo.
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