La industria pesquera, sin dudas, es una de las fuentes más importantes de ingresos debido a lo que representa en el comercio nacional e internacional, pero en la actualidad, sus trabajadores enfrentan una carga fiscal que amenaza su estabilidad y las condiciones que siempre fueron muy buenas. La Asociación Argentina de Capitanes de Pesca -AACPyPP ofreció este domingo datos espeluznantes sobre el impacto del impuesto a las ganancias en los salarios: han llegado a pagar hasta 20 millones de pesos en solo cuatro meses de trabajo.

Según la Asociación que lidera Jorge Frías, el siempre hoy restituido “impuesto al trabajo” desincentiva la productividad y penaliza a quienes más contribuyen al desarrollo de esta industria. “A mayor productividad, mayor es el descuento“, se quejan desde el gremio, lo que es cierto ya que los capitanes analizan variables en el mar a los fines de lograr mayor producción, lo que se traduce en mejores ingresos, lo que constituye… una merma fiscal significativa.

Frías agrega a todo lo relacionado con la productividad y responsabilidad operativa, que los capitanes “deben responder civil, penal y económicamente ante las leyes de pesca y navegación”. “Para pescar son necesarios un buque y su tripulación, que se divide en marinería, oficiales y capitán de pesca, este último es el máximo responsable de la tripulación, la carga y el buque, además es representante de la autoridad pública y debe responder civil, penal y económicamente a las leyes de pesca y navegación, y normativas de la autoridad marítima. De ellos y de la naturaleza dependerá el éxito de la marea, y aquí también aparece la voracidad impositiva”, expresó Frías.

El gremio exigió al Gobierno Nacional y a las autoridades competentes revisar la aplicación del impuesto a las ganancias, sugiriendo la implementación de un tope para evitar que la carga tributaria siga castigando a estos trabajadores esenciales.