Capitanes de Ultramar generan polémica por asamblea de convenios

El Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante, que lidera Marcos Castro, llamó para mañana jueves a debatir nuevos convenios colectivos para el personal de buques de tráfico nacional e internacional.

 

El Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante, liderado por el Capitán Marcos Castro, convocó a una asamblea extraordinaria luego del reciente acuerdo de firmaron gremios petroleros en relación a convenios colectivos para el personal de buques de tráfico nacional e internacional, según informó la agencia nacional Télam. 

El sindicato de Castro no integra el consejo directivo de la CGT y está alejado del triunvirato, ya que se alineó con el disidente Movimiento de Acción Sindical Argentino (Masa) de Omar Viviani.

El punto 4) de esa convocatoria al debate, firmada por el propio Castro, contempla el estudio de posibles cambios a los convenios colectivos; el análisis de conveniencias y necesidades; un informe y las eventuales medidas a adoptar, señaló el dirigente.

Gobierno, empresarios y sindicatos no desconocen que los buques de bandera argentina están fuera de competencia respecto del comercio exterior (importación y exportación) por los elevados costos, ya que las navieras mundiales realizan la tarea y, para reducir costos locales, el Ejecutivo procura bajar las cargas laborales, indicaron fuentes gremiales, que añadieron que "el 50 por ciento del costo de un buque operativo se va en costo laboral".

El sector marítimo agrupa a siete gremios, mientras el resto de los sindicatos observan "con atención" lo que pueda ocurrir como consecuencia del "efecto dominó" que esta situación produzca. "En un buque de alta mar embarcan tres gremios (capitanes, marineros y maquinistas). Algunos contemplan un régimen laboral (el 1 x 1): un día embarcado, uno en casa. Si los trabajadores viajan 30 días tienen otros 30 de descanso", dijeron las fuentes.

La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), que lidera Juan Carlos Schmid, tiene previsto reunirse en los próximos días para analizar "los pasos a seguir" de la organización, que nuclea a una veintena de entidades de la actividad, para luego difundir su posición oficial.

Los voceros gremiales que integran el sector de uno de los sindicatos embarcados adelantaron hoy que "lo que preocupa a los trabajadores son los convenios a la baja, es decir, los nuevos operadores internacionales golondrinas que procuran los mercados de cabotaje propios y quieren reducir drásticamente los costos". "Se entiende la necesidad del Gobierno de generar un clima de inversiones, pero no puede ser a cualquier costo. Hay mucha falta de conocimiento en los funcionarios sectoriales y un apuro por emitir resoluciones que no beneficiarán al país y a los trabajadores sino a grandes empresas que giran regalías, ya que el capital no conoce la soberanía sino la rentabilidad", añadieron desde el sindicato. 

Las fuentes de uno de esos gremios de cabotaje indicaron que tampoco "es justo un marco de nuevas condiciones apuradas y que se despida de forma masiva tripulaciones, lo que provocará el quiebre de las pocas empresas para luego retomar a ese personal al 40 por ciento menos a partir del nuevo juego que impondrán para las tripulaciones extranjeras", argumentaron con preocupación ante "la decisión que puedan adoptar el jueves los capitanes de ultramar".

Además, indicaron que "el tema merece un profundo análisis para generar reglas de juego idénticas para todos los actores y priorizar al trabajador argentino, ya que el deber del Estado es generar empleo a sus ciudadanos y no a tripulaciones foráneas".

A su vez, los armadores argentinos siguen de cerca la cuestión, y señalaron que "la idea del Gobierno es atraer inversiones extranjeras para ampliar la oferta laboral, para lo cual ubican como cebo a los convenios flexibilizados, aunque si se mantienen las mismas condiciones habrá seguramente un dumping comercial".

Los costos menores para las empresas extranjeras que realicen viajes internos en el país harán insostenible la situación y provocará quiebras, mientras los trabajadores terminarán siendo incorporados por esas compañías con menos beneficios, arriesgaron.

Uber marítimo

Hace algunos días, empresarios navieros alertaron este concepto, ya que un buque de Maruba tenía en un viaje de cabotaje a Ushuaia a embarcados filipinos fuera del convenio local. 

El barco era de bandera panameña y pudo realizar el viaje por excepción: si un armador no tiene buque de bandera argentina disponible, puede rentar por hasta treinta días a uno extranjero, pero el trabajo debe hacerlo la tripulación local, concluyeron las fuentes de la actividad.

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