Llegó el 27 de junio y la fecha límite para finalice el servicio de juego en el Complejo Casino de Necochea acordada a fines de abril del corriente año en una negociación llevada a cabo entre el presidente del Instituto Provincial de Lotería y Casinos Sociedad del Estado (IPLyC), Matías Lanusse y los gremios representativos de los trabajadores de casinos, la Asociación Empleados de Casinos Nacionales (AECN) y la Asociación del Personal de Maestranza y Servicios (AMS); pero el paño continuará durante unos meses, probablemente hasta diciembre próximo según manifestó a Cuatro Vientos el delegado de base de la rama juegos de Necochea y Congresal de la Federación de los Casinos Nacionales, Paulo Nielsen.
La fecha puesta se debía a la apertura de los primeros sobres de la licitación de 4.000 máquinas tragamonedas en la provincia de Buenos Aires, pero como este miércoles se celebra el día del trabajador estatal, la apertura de los dos primeros sobres se pasó para el día siguiente. Es decir, este jueves 28 de junio.
Entre tanto, Nielsen explicó a este medio que el juego se mantendrá en Necochea hasta tanto no haya un ganador. Para esto de deberá esperar al menos 30 días, que podrían extenderse a unos 60 o 90 días. En ese plazo, Lanusse deberá determinar el ganador y, luego, presentárselo a la gobernadora María Eugenia Vidal, quien tendrá la última voz y decisión en ese sentido que, se espera, tendrá definición en los últimos días de 2018.
Por otra parte, Nielsen junto a los delegados de base de la rama juego Pablo Ianni y Marcelo Fortete se reunieron con el titular de Lotería hace dos semanas y le dejaron la propuesta de un posible traslado del paño al edificio del hipermercado Toledo y, como novedad, la intención del hotel Moderno de la Villa Balnearia, para darle lugar al juego en nuestra localidad. Ambos proyectos fueron recibidos con buena predisposición por Lanusse y visto con buenos ojos pero, aunque aseguró que será presentado a la gobernadora Vidal, adelantó que será ella quien tomará la última decisión.
A fines del año pasado, el gobierno bonaerense había decidido no mantener en pie la sala de juegos del casino de nuestra ciudad debido a que demanda una inversión de alrededor de 35 millones de pesos anuales, de los cuales se recuperan solo 5 millones. Por eso, desde el IPLyC, se había notificado al intendente Facundo López, a los concejales y a los representantes de los gremios del sector que la sala cerraría en el mes de marzo de 2018.
El negocio de los tragamonedas mueve alrededor de $7.000 millones por año en la provincia de Buenos Aires y cinco grupos locales y dos extranjeros siguen en carrera para disputárselo. Se trata de los ingresos que generan las 3.800 máquinas tragamonedas que están distribuidas en siete bingos ubicados en las localidades de Tigre, Monte Hermoso, Tandil, Mar del Plata, Pinamar y Miramar y que el gobierno de Vidal decidió licitar este jueves.
Hasta ahora, todas las máquinas son operadas por Boldt, de la familia Tabanelli que es, por ejemplo, dueña de Trilenium, a cargo del Casino de Tigre.
La empresa buscará mantener su estructura actual aprovechando que los pliegos permiten ofertar por algunas o por todas las salas. Esto se debe a que el gobierno bonaerense separó los casinos en tres "canastas" y permite que se realicen ofertas por una, dos o por la totalidad. La primera canasta agrupa a las salas de Tigre y Pinamar. La segunda, a Casino Central de Mar del Plata y la sala de Monte Hermoso. Y la tercera el Casino Hermitage, también de Mar del Plata, junto a los de Miramar y Tandil. Y en cada canasta, se distribuyen entre 1.000 a 1.500 tragamonedas.
Si bien hay versiones sobre las intenciones de Vidal de evitar que una empresa se haga cargo de todas las operaciones puestas en la licitación, si el proceso es transparente y no se observan irregularidades tanto Boldt como cualquiera de los otros grupos interesados pueden ofertar por una, por dos o por todas las "canastas" y hasta adjudicárselas, siempre que la propuesta sea considerada atractiva por las autoridades bonaerenses.
El pliego también contempla dejar en manos de los ganadores este negocio por los próximos 20 años, obligando a realizar una inversión inicial de entre u$s120 millones y u$s140 millones para modernizar el sistema desde sus aspectos tecnológicos, construir o mejorar los edificios y en equipamiento.
A la hora de adjudicar el proceso, la propuesta económica tendría más peso. Es decir, el grupo que ofrezca un menor costo para el Estado provincial por esas operaciones se terminará llevando el negocio en su totalidad, o en alguna de las tres canastas. En la actualidad, de los casi $7.000 millones en ventas netas que las tragamonedas generan al año, el 50% más el IVA debe quedar en manos de la provincia gobernada por Vidal. El resto, queda para las empresas concesionarias.
Hasta ahora, además de Boldt, otros seis grupos, entre nacionales y extranjeros, compraron los pliegos. Sin embargo, la devaluación habría causado la salida de las empresas internacionales ya que las inversiones deben ser aportadas en dólares que, desde que en marzo se pusieron a la venta los pliegos a la actualidad, subió cerca del 35%, pasando de los $20,50 que costaba a fines de ese mes, a los $27,73 que cerró en esta jornada.
Durante la apertura de los sobres el jueves es probable que figuren los grupos extranjeros. Aunque se espera que luego no entreguen a las autoridades la oferta económica y desistan de seguir participando del proceso licitatorio. En esta situación se encontraría el grupo chileno Enjoy, de la familia Martinez que opera el casino del Hotel Conrad de Punta del Este. Localmente, es propietaria de tragamonedas en Mendoza, y es propiedad del fondo norteamericano Advent.
También habría desistido de la licitación una sociedad filipina que localmente opera bajo la razón social de Solaire Argentina y que es dueña de casinos en Manila, Macao y Corea del Sur. Es propiedad de un empresario llamado Enrique Razón y en el país tiene la operación de la terminal Puerto TEC Plata, en el puerto de La Plata.
En carrera habrían quedado entonces cinco empresas. La propia Boldt, que buscará mantener su actual status quo. Es decir, toda la operación y por lo tanto habría acercado una oferta por las tres "canastas". Es también una firma con fuerte presencia en el desarrollo de tecnologías y sistemas aplicados a la administración de instalaciones.
Realiza artes gráficas, imprenta comercial y provisión de hardware y software para juegos de azar. Crea productos orientados a garantizar la seguridad para la documentación e identificación de personas y bienes e integra la oferta pública de acciones en el Mercado de Valores de Buenos Aires. Durante el gobierno kirchnerista, Boldt había adquirido Ciccone, pero debió dar marcha atrás luego de la avanzada de la AFIP de Ricardo Echegaray y de Amado Boudou, para que la imprenta pasara a manos del fondo The Old Fund, manejado por el ex vicepresidente y dos de sus amigos.
También compró pliegos la sociedad española Codere, que desembarcó en Argentina en 1991, y que actualmente opera una docena de bingos en varias provincias. A nivel internacional puso en venta todos sus activos, salvo los de Argentina. En este marco, la familia Martinez Sampedro debió ceder su poder en la multinacional, acusados de haber sido responsables de un mal manejo que llevó a la empresa al default y hasta a la quiebra, en una larga batalla con sus acreedores y los fondos que compraron su deuda, liderados por el norteamericano Evermore de Davis Marcus.
Este fondo es ahora el controlante de los destinos de Codere y sus negocios internacionales, incluyendo el de Argentina, donde habrían decidido seguir operando. Como parte de esta estrategia, los nuevos dueños de Codere buscarían sostener las operaciones locales a pesar de que durante el kirchnerismo negociaron la venta de su filial argentina gracias a gestiones que habría realizado el presidente de Boca, Daniel Angelici, también empresario de la industria de juegos de azar, pero que no llegaron a concretarse.
El interesado habría sido Cristóbal López, por esos años dueño de varias salas de juego en el país y de los casinos flotantes de Puerto Madero.
Pero además de Codere y Boldt, la empresa Casino Victoria es otra de la que pretende operar algunas de las salas que se licitan. Es propiedad del empresario Daniel Mautone, que ya administra varios casinos y salas de juego y, en el mercado se asegura que tendría estrechos vínculos con Angelici.
En la actualidad y a través de Femau S.A. controla el Casino Victoria, es vicepresidente de Bingo Show (Buenos Aires); presidente de Bingo Mar de Ajó y creó en 2001 Bingo Horse con Angelici, para criar caballos de carrera y administrar hipódromos. También fundó Corporatone Techonologies para fabricar máquinas de juego y Jamus Argentina (distribución máquinas tragamonedas).
El cuarto grupo que habría comprado pliegos es el conducido por el empresario local Ricardo Glazman, socio de Alejandro Gravier en el Bingo Pilar. Gravier es el esposo de la modelo Valeria Mazza, mientras que Glazman es pariente de Juan Carlos Romero, el ex gobernador de Salta. Uno de sus hijos está casado con la hija de Romero. Es además, dueño de la sociedad Oasis Entertainment Group, con la cual gerencia el Bingo Pilar.
Y de la quinta empresa competidora no hay muchos datos. Solamente se sabe que opera bajo la marca Anjest y que está vinculada al sindicalista Daniel Amoroso y al diputado nacional Mauricio Dalessandro.
Esto significa que en breve se conocerán los nombres de los grupos que queden en carrera, aunque con un marco enrarecido debido a las supuestas presiones que estaría recibiendo la gobernadora Vidal para cerrar algunos de los casinos que figuran en los pliegos.
Incluso, la gobernadora ya dio de baja los casinos de nuestra ciudad, Mar de Ajó y Valeria del Mar, y también el bingo de Temperley (cuya concesión tiene la empresa Codere, con prórroga vencida en diciembre de 2017), para reducir el acceso al juego.
En tanto que el Sasso de Mar del Plata, y el de Sierra de la Ventana no entran en la licitación porque sus concesiones vencen en 2019 y 2021, respectivamente. La sala marplatense es propiedad del sindicato de gastronómicos, que controla Luis Barrionuevo.
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