El encuentro fue virtual y aunó a los mayores exponentes del sector de Argentina y Brasil del sector energético e hidrocarburifero con el fin de establecer pautas de trabajo y así lograr propiciar inversiones, impulsar el desarrollo pero fundamentalmente, proteger la matriz sindical y el derecho de los trabajadores de la región. El encuentro fue organizado por CATHEDA y contó con la presencia del embajador argentino en el país carioca, Daniel Scioli.

En un contexto latinoamericano complejo, con varios colores políticos reinantes, con diferencias ideológicas marcadas, la reunión ejecutada por la confederación sindical argentina, que nuclea a los principales gremios del sector energético y petrolero, marcó una línea hacia una “transición energética con equidad, respeto irrestricto a la soberanía y determinación de las naciones y su impacto en los trabajadores del sector”, como primer punto del orden del día y del cual participaron, entre otros, Guillermo Pereyra (Petroleros Privados), Hugo Moyano (Camioneros), Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y José Luis Lingeri (Aguas Sanitarias), entre otros.

La cátedra de Legislación laboral fue encausada por todos los actores ya que esto cuenta con el antecedente brasilero durante la gestión de Michel Temer, cuando se dio la muy resistida reforma laboral. También se abordaron las problemáticas sobre Seguridad, Higiene y medioambiente; Nuevas tecnologías y Capacitación de Recursos Humanos.

La intención, según indicaron desde la organización, es también establecer vínculos y agenda compartida con las diferentes instituciones internacionales y fortalecer el trabajao de las organizaciones gremiales “en un contexto internacional complejo”.

La CATHEDA, con el acuerdo conjunto, propuso tejer una “red de enlace con un criterio regional e internacional en defensa de los trabajadores y su entorno”.

La intención de los funcionarios y dirigentes sindicales es afinar el lápiz de cara a este proyecto y volcarlo en noviembre próximo, cuando se lleve adelante un nuevo encuentro, presencial y en Brasil, con la tabla definitiva y puntos nucleares ya concretos. Para entonces, quizás la Argentina ya cuente con un nuevo Gobierno electo.