Adrián di Marco, quien fuera por apenas seis meses secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME), quedó detenido luego de negarse a declarar: se presentó junto a su abogado el viernes pasado en el Juzgado Criminal y Correccional Federal nº 3 de La Plata, que tutela Ernesto Kreplak. Por ahora no pidió la excarcelación y el magistrado deberá decidir si lo procesa. A mediados de agosto se lo había ido a buscar al domicilio que había declarado su abogado, pero no estaba allí por lo que para la Justicia estaba prófugo.

Por otro lado, Sergio Otero, quien fuera el ex secretario de Finanzas, está procesado, embargado y fuera de prisión (había quedado detenido cuando se presentó a votar).

Junto a Otero y a Di Marco la lupa judicial está también puesta sobre la ex-secretaria adjunta Evangelina Pérez y el exsecretario gremial Alberto «Beto» Miguela.

A todo esto grupo, y como contó InfoGremiales se los investiga por la denuncia que realizó el interventor Julio Simón por»defraudación por administración fraudulenta» por unos 50 millones de pesos; a partir de irregularidades con cheques cobrados por ventanilla y que nunca eran depositados en las cuentas (se detectaron 150 cheques de $50.000 cada uno que es el monto máximo a retirar por caja; operatoria que el propio Otero le pedía a empleados del SOEME de acuerdo a la investigación).

También se menciona a un vendedor de choripanes (ya fallecido) «que tenía cheques del SOEME por 2.500.000 millones de pesos». 

Entre los muchos desfalcos que se detectaron (vinculados a cuestiones de la obra social) figura una contratación por compra de barbijos a $48,40 cada uno cuando la misma empresa vendedora vendió a otro cliente a $16,33 cada uno. Llamativo también resultó también la cantidad comprada: 150.000 barbijos cuando hay 20.000 afiliados.