Las centrales obreras acuerdan con la unidad nacional, pero no en sus límites

Las centrales obreras acuerdan con la unidad nacional, pero no en sus límites

La CGT dice que la idea es suya y la CTA-T acepta que se sumen "los que quieran". Pero en la CTA-A hay rechazo a Morales.

Por: Alfonso de Villalobos.

Es la carta que Sergio Massa ya había mostrado pero que, ahora, jugó fuerte y a través de la cual pretende alzarse con la presidencia en el balotaje del próximo 19 de noviembre.

El actual ministro de Economía propone encarar su potencial mandato con un gobierno de unidad nacional. Esto es incrementar su bloque de sustentación a través de la integración de otras fuerzas a su coalición con el propósito de garantizar la gobernabilidad que le permita avanzar  con su plan que, dando cumplimiento al acuerdo con el FMI, también implicará un fuerte ajuste.

La propuesta salió por primera vez el 22 de agosto de 2022, pero de boca del embajador de EE UU, Marc Stanley, quien en el Consejo de las Américas sugirió, tanto al oficialismo como a la oposición, «hacer una coalición ahora y no para la elección de 2023».

La misma busca ampliar la base electoral para superar el 50% de los votos pero, fundamentalmente, apuntalar un bloque capaz de viabilizar cualquier «plan de estabilización» que encare un futuro gobierno de UP. Para eso necesita del concurso de las centrales sindicales que son las que deberán avalar las decisiones que tome en materia de paritarias y posibles reformas estructurales.

El titular de la CGT, Héctor Daer, ya adelantó en forma entusiasta su acuerdo. En su cuenta de X (ex Twitter) señaló que «el planteo de Sergio Massa de convocatoria a la unidad nacional tiene que ver con construir una nueva etapa para nuestro país, donde los pilares centrales tengan proyección hacia adelante».

Uno de los principales dirigentes de la CGT, su secretario adjunto y titular de la UPCN, Andrés Rodríguez, señaló a este diario que la propuesta «es muy buena y es lo que se necesita. La gente está cansada de grietas y de internas y quiere una salida para todos y de todos. Antes que Massa, la CGT viene sacando comunicados en ese sentido donde decimos que los problemas de Argentina son complejos y hace falta proyectar un futuro». Para Rodríguez, «la unidad nacional es un concepto que instauró (Juan Domingo) Perón e implica que los argentinos tenemos que estar unidos». Sin embargo, aclaró, «no es sinónimo de rosca y de que llego al gobierno y reparto cargos. Involucra a toda la sociedad y a los dirigentes».

Desde la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, señaló a Tiempo que «es una propuesta necesaria. Hay que dejar al descubierto a quienes pretenden seguir alimentando el odio y construyendo su caudal político a partir de una suerte de emocionalidad violenta que lo único que está haciendo es desacreditar cada día más a la política y favorece el discurso del poder fáctico». Para Yasky «la unidad nacional significa interpelar a todos los que, con honestidad intelectual, desde el mundo de la política pretenden dejar atrás los enfrentamientos».

Matices

Los matices, sin embargo, vinieron desde la CTA Autónoma que lidera Hugo «Cachorro» Godoy. El dirigente señaló a Tiempo que «un gobierno de unidad nacional es un dato positivo. Pero también es cierto que hay sectores que están proponiendo políticas neo fascistas como es el caso de (Javier) Milei o promoviendo violaciones de garantías constitucionales, como es el caso de Gerardo Morales. Esos son límites. La unidad nacional requiere un proyecto común y hay sectores que lo que quieren es que haya proyectos solo para sectores de privilegio. No son expresión de lo nacional sino de lo antinacional».

Para Godoy hay «manipulación de la justicia» en Jujuy: «Mantiene presa a Milagro Sala y condenó al abogado Alberto Nallar por el solo hecho de cuestionar la reforma de la Constitución de su provincia». Agregó la «represión indiscriminada a los pueblos originarios con el afán de apropiarse de sus tierras. Ahí hay límites concretos sobre la sociedad que queremos construir y no queremos que formen parte de nuestro gobierno».

Para Yasky, sin embargo, «el límite es la voluntad de todos aquellos que quieran formar parte de un gobierno que tenga un compromiso claro con los derechos de los trabajadores y la defensa de los recursos naturales y de los Derechos Humanos».

Rodríguez, de UPCN, observó que «la UCR es un partido con mucha historia y tiene toda una plataforma. Jamás abrazó sectores de la derecha y el liberalismo. Siempre ha sido progresista y socialdemócrata».

En tanto, desde los movimientos sociales oficialistas, Esteban «Gringo» Castro, titular de la UTEP, señaló que «no tiene que ver con sumar por sumar. Hay que poner criterios para esa unidad. Que permitan no dividirnos por la cuestión política electoral sino unirnos por las necesidades que tienen los diferentes sectores. No hay en la población radicales que no llegan a fin de mes y peronistas que no llegan a fin de mes y tengan problemas distintos. La unidad nacional no es poner ministerios para construir unidad, Massa no dice eso».

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