El 87 por ciento de las cooperativas de trabajo se encontraban en actividad para octubre de 2020, según se desprende del informe Cooperativas de trabajo y empresas recuperadas durante la pandemia: impacto sanitario y productivo, y alcances de las medidas de asistencia del Estado realizado por el programa Facultad Abierta de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) junto al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) con la Comisión Técnica de Empresas Recuperadas, y la Universidad Nacional Arturo Jauretche. 

En su presentación, el informe describe: “La crisis económica mundial provocada por la pandemia del Covid-19 ha impactado fuertemente a la economía argentina, ya profundamente golpeada por las políticas neoliberales llevadas adelante por el gobierno de Mauricio Macri. Sus consecuencias sobre el conjunto de las actividades económicas son notorias, como lo demuestran los indicadores de caída del PBI, aumento de la pobreza y el desempleo o el descenso de la actividad productiva, entre otros, provocando la necesidad de responder mediante distintas herramientas de política pública para sostener a las unidades productivas y las fuentes de trabajo”.

La encuesta fue respondida por 195 cooperativas de trabajo que emplean a un conjunto de más de 6.000 trabajadores y trabajadoras de 18 provincias del país más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; entre las que se destacan 139 empresas recuperadas por sus trabajadores.

La muestra refleja la preponderancia reconocida a nivel nacional con cuatro sectores hegemónicos que explican el 45 por ciento de los casos: Alimentación (26), Metalurgia (21), Textil (22) y Gráfica (19). 

El impacto sanitario en la producción 

La pandemia del Covid-19 afectó fuertemente las formas de producción en el cooperativismo de trabajo así como la fuerza laboral, ya que según el informe se desprende que el 75 por ciento de las empresas en actividad debieron implementar cambios en sus protocolos sanitarios. 

Además, se registra un 22 por ciento promedio de la fuerza laboral de las empresas afectado, ya sea por integrar el grupo de población de riesgo o por casos de Covid, lo que implica un índice casi cuatro veces mayor al promedio de la fuerza laboral dentro de la Población Económicamente Activa (6 por ciento). 

La asistencia del Estado 

Más allá de las críticas por su irregularidad jurídica, y la falta de acceso a herramientas como la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), el 70 por ciento del sector del cooperativismo de trabajo solicitó ayuda al Estado, y recibió tres tipos de asistencia: la Línea 1 del Programa de Trabajo Autogestionado (PTA), el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y los créditos a tasa subsidiada impulsados por el Ministerio de Desarrollo Productivo, Inaes y el Banco Nación. 

El impacto de las políticas fue muy dispar en cada caso: el 82 por ciento de las empresas recibieron la Línea 1, mientras que los créditos resultaron un fracaso: apenas se ejecutaron 116 millones de pesos, el cinco por ciento del presupuesto asignado, ya que sólo fueron solicitados por una de cada diez cooperativas.  

En relación a otras asistencias, se destaca un 71 por ciento de cooperativas que cuentan con trabajadores que recibieron el IFE, y 42 por ciento que contabilizan trabajadores que perciben el programa Potenciar Trabajo. 

Tarifas y más deudas 

Si bien el Decreto 311/2020 que fuera dictado al principio de la emergencia sanitaria en marzo de 2020 prohibió aumentos y cortes de servicio por falta de pago, y el 320/2020 congeló los alquileres y prohibió desalojos, el informe da cuenta de distintos problemas que atraviesan las cooperativas de trabajo.

Así, se destaca que el 29 por ciento del total han recibido intimaciones de pago o cortes, y un 18 por ciento registran problemas con el pago de alquileres.

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