El acuerdo, alcanzado en la enésima audiencia convocada por la Secretaría de Trabajo de la Nación, a cargo de Julio Cordero, puso fin a una prolongada negociación que incluyó diversas medidas de fuerza por parte del gremio, tales como paros, asambleas y movilizaciones.

La situación se había vuelto crítica cuando, el 1 de febrero, la Secretaría de Trabajo dictó una conciliación obligatoria tras el anuncio de un paro en las plantas siderúrgicas. Sin embargo, al agotarse dicha conciliación, el sindicato lanzó seis paros escalonados entre el 6 y el 21 de marzo.

A pesar de las múltiples audiencias convocadas por el gobierno, las propuestas empresariales se mantuvieron por debajo de las expectativas del gremio. Esta situación llevó al sindicato a realizar un plebiscito entre los trabajadores, cuya respuesta el 15 de mayo fue un contundente rechazo a la oferta salarial.

En un momento crítico de las negociaciones, el sindicato convocó a una movilización a las oficinas del Grupo Techint en Buenos Aires, acusando al conglomerado liderado por Paolo Rocca de bloquear el acuerdo. No obstante, esta medida fue suspendida como señal de buena fe ante un acercamiento de la parte empresarial.

Aunque el gremio obtuvo el aumento del 121%, sus dirigentes advirtieron que, considerando los últimos 14 meses (de abril de 2023 a junio de 2024), el poder adquisitivo aún refleja una pérdida del 1,8%.

El acuerdo, firmado por ambas partes, aún debe ser homologado por la Secretaría de Trabajo para su oficialización final.