Por: Felipe Osman.

El escenario gremial de Córdoba vuelve a moverse en las vísperas de la campaña electoral y el Frente de Todos pierde un jugador de peso con el regreso de Pablo Chacón, secretario general del Sindicato de Comercio, a las filas del oficialismo provincial, del cual se había alejado en los meses previos a las elecciones nacionales de 2019.

Chacón había entrado a la lista del Frente de Todos en las últimas elecciones a través del massismo, con el cual construyó una relación a partir de la proximidad que el ex gobernador José Manuel de la Sota mantuvo con Segio Massa desde la interna que los enfrentó en 2015.

El oficialismo nacional no supo, sin embargo, conservar aquel vínculo. Se sirvió de los recursos y la estructura del sindicato capitaneado por Chacón aún relegándolo al inestable tercer lugar de la lista de Diputados y ni siquiera lo consideró, después de que quedó afuera de la Cámara Baja, para la delegación cordobesa del Ministerio de Trabajo de la Nación. Desde entonces el vínculo con Massa empezó a debilitarse.

El líder de Agec mantuvo, sin embargo, alguna cercanía con el peronismo de Córdoba, y una seña indisimulable de ello es que su hijo quedó al frente del Centro de Participación Comunal del Mercado tras la asunción de Martín Llaryora en la Municipalidad.

Hace ya varias semanas habían empezado los contactos entre el oficialismo provincial y Chacón. De hecho, las primeras conversaciones habrían tenido lugar a través de las 62 Organizaciones Peronistas, espacio sindical liderado por Sergio Fittipaldi y Ricardo Moreno que mantiene un estrecho vínculo con el Centro Cívico.

El alejamiento de Chacón implica una baja importante para el oficialismo nacional dado que Agec tuvo un rol determinante en la estructura de fiscalización con la que el Frente de Todos contó en 2019, particularmente desde el cortocircuito entre el propio Alberto Fernández y el Surrbac, cuando el entonces candidato a presidente pidió a Franco Saillen, hijo del secretario gremial de los recolectores, que retirara su candidatura a la quinta banca en Diputados tras verse involucrado en la causa judicial que tocó a buena parte de la conducción del sindicato por lavado de activos y usura agravada, entre las PASO y las generales.

Así, el brazo gremial del Gobierno Nacional en Córdoba queda integrado casi exclusivamente por los sindicatos que integran el Movimiento Sindical por la Justicia Social y el Trabajo -sector “k” predominante de la CGT Regional- y las minoritarias CTA.

Por su lado, el Centro Cívico engrosa su respaldo gremial sumando al sindicato de Comercio a un esquema hasta el momento ocupado en gran medida por las 62 Organizaciones Peronistas, mientras se espera un pronunciamiento del Movimiento Obrero Peronista -espacio sindical de la CGT Regional que lidera José Pihen- en favor de la boleta que presentará Hacemos por Córdoba. Posicionamiento que, desde luego, no acompañará buena parte de la central.

Finalmente se desconoce aún cómo jugarán los sindicatos que, integrando el Movimiento de Trabajadores de Córdoba -que lidera Chacón-, todavía no han definido su respaldo a lista El Panal lleve a los cuartos oscuros en las legislativas.