Carlos Gómez, presidente de Cicop, consideró que si bien la situación sanitaria todavía no está colapsada, sí se está observando un aumento de casos, la falta de prevención, apoyo y coordinación entre los distintos órganos de gobierno ya que “Provincia va por un lado y Municipio va por otro”.
El presidente de Cicop, Carlos Gómez, explicó a MdpYa que el Municipio de General Pueyrredón no gestionó adecuadamente los recursos sabiendo que venía una temporada con mucha afluencia de gente. “No es que sean escasos pero se están dando a cuentagotas los test para determinar si una persona tiene Covid, esto provoca mucho malestar y que la gente se aglomere en la búsqueda de un test”, denunció.
Por otro lado, el profesional apuntó a la falta de medidas de distanciamiento social y a la ausencia de prevención. Señaló que si bien por ejemplo en un banco se pide el pase sanitario para ingresar, en la playa la gente se amontona sin ningún tipo de cuidado.
“En octubre y noviembre se comenzó a desmantelar y a sacar el recurso humano que ya era escaso en los centros de testeo. La Municipalidad dejó la mitad del personal y lo sigue manteniendo porque no volvió a contratar a esas personas que se quedaron sin trabajo. El modular está cerrado y la jefa de clínica médica de la Municipalidad pidió que no se manden personas al hospital porque el mismo está cerrado, esta falta de coordinación es lo que hace y repercute en las personas que esperan entre 3 y 4 horas para conseguir un turno primero y luego para que les realicen el test.”
Sobre la demanda en algunos centros de salud, explicó que algunos registran el ingreso de 600 personas cuando hay sólo 400 test, mientras que en otros se ven 400 personas y se hacen sólo 250 test. Por este motivo “no dan abasto” las y los profesionales.
Cabe destacar que aquellas personas que concurren a hisoparse y no pueden, continúan en “modo vacaciones”, generando la proliferación del virus en los casos positivos.
El recurso humano
Por estas horas la falta de personal de salud es escaso. Hoy se ha modificado la normativa en la Provincia a la cual también adhirió el municipio, la misma establece que las y los profesionales vacunados no deben hacer aislamiento por contacto estrecho, también se disminuyó la cantidad de días de aislamiento. “Es una conveniencia para un sistema que tiene baja cantidad de recurso humano”, opinó.
Otro aspecto importante es que cuando se sacaron los centros de testeo que hubo en Mar del Plata, muchas de esas personas en octubre, noviembre y diciembre quedaron sin empleo por lo que en plena temporada buscaron otros trabajos. Ahora se volvió a convocar a estos trabajadores pero no se consigue cubrir la totalidad de los cargos.
“Los trabajadores seguimos siendo esenciales pero no nos dieron ni el bono de salud que dio Nación y Provincia, el Municipio nos sigue desconociendo y nos sigue pagando unos sueldos que son bastante más bajos que los que se pagan en otros lugares. No tenemos la categoría que nos corresponde, Montenegro no nos ha escuchado, no nos ha llamado, para él está todo bien y es así que ponen a dos enfermeras en un tráiler en donde quedan expuestas a todo el mundo, y cuando esa persona debe ir al baño no puede dejar de testear porque la gente se ofusca, porque la comienzan a aplaudir para que se apure o también hemos visto que le tiran un balde lleno de arena,” relató sobre la modalidad en que realizan sus labores.
Por último recordó a la población y a las autoridades: “Somos esenciales, necesitamos reconocimientos. Necesitamos que las personas se cuiden y que los organismos de control que tiene el Estado deben estar presentes, hoy no lo están.”
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