La mesa principal fue integrada por Sue Longley, secretaria general de la UITA, Bev Clarkson, presidenta del GPTA y Svetlana Boincean, coordinadora de Agricultura del GPTA, quienes abrieron el evento dando a conocer la agenda de trabajo de los dos días.

La inauguración de la reunión anual contó con la presencia de Fabio Arias y Alejandro Pedraza, respectivamente presidente y ex presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT).

Ambos dirigentes sindicales abordaron la difícil coyuntura que vive actualmente el país, así como los planes de lucha en defensa de la democracia, la paz y los programas sociales, que involucran a amplios sectores de la sociedad colombiana.

Delegados y observadores provenientes de varios países expusieron las principales problemáticas que enfrentan las y los trabajadores del sector, entre otros, los impactos dramáticos del cambio climático y el uso indiscriminado de agrotóxicos.

Asimismo, la violación de derechos laborales y sindicales, la creciente concentración de la tierra en pocas manos, la violencia y la represión del criminal modelo neoliberal.

También se comenzaron a abordar las criticidades que se viven en los diferentes rubros.

Un modelo agroindustrial depredador

“El hambre en el mundo no es un tema de producción, es un tema político, estriba en la falta de soberanía alimentaria. ¿Cómo es posible que casi mil millones de personas en el mundo afronten niveles graves de inseguridad alimentaria, cuando se producen alimentos suficientes para 10.000 millones de personas?, se preguntó Gerardo Iglesias, secretario regional de la UITA.

“El problema, entonces, es la inequidad económica, la falta de empleo, la desigualdad, los bajos salarios, el modelo de producción extractivista que beneficia a un grupo pequeño de transnacionales y genera una generalizada violencia que determina la expulsión de la población campesina.

Necesitamos de otro paradigma de agricultura. Necesitamos introducir en la discusión del GPTA el tema de la reforma agraria, el combate al acaparamiento de tierras, el ataque sistemático antisindical”, subrayó Iglesias.