“Las empresas alimenticias tuvieron y tienen toda la libertad para subir los precios, fijaron precios con un valor del dólar superior al real, y ahora no quieren bajarlos y que el ajuste lo paguen las trabajadoras y trabajadores”, dijo el STIA.

El sindicato acusó en especial a la transnacional Bimbo, que despidió a 20 de sus 170 empleados y pretende reducir el horario de trabajo del resto del personal.

Dijo también que GBA Logista Sur echó a ocho de sus 30 empleados y empleadas.

“Prefieren mantener los precios inflados y producir menos y así recortan horas de trabajo, suspenden y despiden. Todo para mantener sus márgenes de rentabilidad”.

La caída en el consumo y la recesión, “producto del plan económico del gobierno nacional de recortes y ajuste, está mostrando una de sus peores consecuencias, con caída de la actividad, reducciones de jornada y despidos en el sector”, resumió el STIA.