Los grupos de Moyano, Palazzo y Yasky montaron una mesa política como la que presentó en octubre la CGT para buscar candidaturas en el Frente de Todos.
Por: Mariano Martín.
El sindicalismo alineado a Cristina de Kirchner también inició maniobras para posicionarse en el armado de las listas de candidatos del Frente de Todos para las elecciones del año que viene. Así como el sector más tradicional de la CGT presentó en octubre una mesa política para articular con espacios peronistas, el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), que encabeza Pablo Moyano, la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), del bancario Sergio Palazzo, y la CTA de los Trabajadores, con Hugo Yasky y Roberto Baradel a la cabeza, inauguraron la semana pasada una estructura orientada a ganar postulaciones en las nóminas del oficialismo.
La señal de largada fue el martes pasado en la biblioteca del gremio de Camioneros, en el barrio de Caballito. Allí se congregaron el hijo mayor de Hugo Moyano, dueño de casa, junto a otros referentes del Fresimona como Mario “Paco” Manrique, número dos del sindicato de mecánicos (Smata), y el canillita Omar Plaíni; el dirigente curtidor y actual ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, la diputada y gremialista judicial (Sitraju) Vanesa Siley, Héctor Amichetti (gráficos) y Carlos Minucci, del personal superior de empresas de energía, por la CFT, así como Yasky, Claudio Marín (telefónicos, Foetra) y Daniel Catalano, de la Asociación de Trabajadores del Estado de Capital Federal, entre otros.
La reunión fue presentada como un balance del año por los tres espacios, que coordinaron acciones y movilizaciones callejeras como la del Día de la Lealtad peronista. También para insistir con reclamos sectoriales como la universalización de las asignaciones familiares. Sin embargo, dirigentes le confirmaron a este diario que el encuentro tuvo carácter fundacional para la propia mesa política de los sindicatos kirchneristas.
Aunque la iniciativa luce en espejo de la presentada por los “gordos” de la CGT, los impulsores se encargaron de poner de manifiesto diferencias de fondo como el rol que cada grupo sindical tuvo hacia el gobierno de Mauricio Macri. El moyanismo y el resto de los sectores kirchneristas reivindican haber constituido la única oposición en bloque a las políticas de Cambiemos y exhiben, en sentido opuesto, la vocación dialoguista de los sectores más tradicionales de la central obrera mayoritaria.
En ese carácter, y por la afinidad con la vicepresidenta es que reclamarán lugares en las listas del Frente de Todos. El planteo suena redundante para la CFT que consiguió en las últimas dos elecciones nacionales, 2017 y 2019, múltiples postulaciones y bancas para dirigentes del sector como sucedió con Siley, Correa y el propio Palazzo. Del mismo modo, aunque en menor medida, para la CTA que renovó la banca de Yasky y plagó de cuadros propios elecciones distritales en la provincia de Buenos Aires.
En cambio para Moyano y sus aliados luce como un reclamo novedoso. El grupo suele ser requerido por la política para solicitarle recursos económicos, humanos y logísticos ante cada comicio y la norma es que la colaboración no tiene correlato con cargos electivos. Para la familia de Camioneros es más habitual hacerse de espacios en las administraciones nacional y provinciales adonde consigue cargos con manejo presupuestario. Cerca de Moyano descartaron de momento que sea una ambición del actual cotitular de la CGT obtener una banca parlamentaria pero aclararon que sí buscará escaños para otros referentes. Para el grupo reunido el martes pasado fue un cimbronazo escuchar de Cristina de Kirchner que el año que viene no sería candidata a nada en las elecciones. Y también generó expectativa el mensaje ambiguo de su alocución de la semana pasada, en la que declaró que no se había referido a un renunciamiento sino a un hecho de “prescripción” relacionado con la condena en su contra en el juicio de Vialidad. De todos modos los dirigentes alegan contar con el peso propio para reivindicar un sitio destacado en la definición de las listas. Y, además de la mandataria, observan al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, como inevitable dador de candidaturas en vista del apoyo brindado a su gestión.
En la permanente pulseada con los “gordos” de los grandes gremios de servicios, los “independientes” de buen diálogo con todos los gobiernos y el sector de Luis Barrionuevo, los tres espacios que sostienen la hegemonía en la CGT, los alineados con Cristina se saben en minoría dentro de la central obrera pero enumeran las movilizaciones y actos que, dicen, aportó a la gobernabilidad del Frente de Todos y promete brindarle esa cobertura al eventual postulante presidencial del espacio. Además destacan la incorporación al grupo del sindicalista rural José Voytenco, sucesor en la Uatre de los fallecidos Gerónimo Venegas y Ramón Ayala, y que a diferencia de ambos retiró al sindicato del macrismo para alinearlo con el moyanismo y, en consecuencia, el oficialismo nacional.
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