La Delegación Córdoba de CAMARCO y el sindicato de empleados de la Construcción UECARA del Interior elevaron una propuesta de Fondo Universal de Indemnización y Retiro que se pone en discusión con los proyectos ya presentados por el diputado Héctor Stefani, basado en la propuesta del empresario Karagozian, y el proyecto presentado por el Senador Martín Lousteau, con similitudes con el esquema del ya existente en la UOCRA y plasmado en la ley 22.250. Los detalles.
En una síntesis, el proyecto de la Delegación Córdoba de CAMARCO y UECARA del Interior se propone la creación de un Fondo Universal de Indemnización y Retiro cuya principal función es realizar el pago, por cuenta y orden de las empresas constructoras, de las indemnizaciones establecidas por Ley de Contrato de Trabajo (LCT) por las desvinculaciones de su personal excluido del ámbito de validez de la Ley 22.250.
Según un informe de las organizaciones sobre el proyecto, dicho Fondo se financiará con el aporte de las empresas en actividad, según un esquema de adhesión a establecer, en porcentaje fijo sobre su masa salarial, inferior al 8.33%.
En este esquema, el Fondo paga las indemnizaciones por la antigüedad
acumulada desde el inicio del nuevo régimen (por cuenta y orden de la empresa) y la empresa paga las indemnizaciones por la antigüedad previa, las que irán reduciéndose a medida que la tasa de rotación va reduciendo la antigüedad promedio residual.
Por su parte, la alícuota se definirá de tal modo que el Fondo tenga capacidad para abonar indemnizaciones por renuncia y otras causales de desvinculación no previstas en la LCT, definiéndose cada año.
El empresario textil Teddy Karagozian, conocido por promover el fin de las indemnizaciones a través de un sistema de autoindemnización llamado la «Mochila Argentina»
Entre las ventajas del esquema propuesto por las CAMARCO y UECARA en comparación a otras iniciativas en discusión pública (caso Stefani, caso Lousteau), destacan que no requiere modificación de legislación vigente, facilita la discusión entre sectores empresarios y sindicales ya que ambos conservan la opción de no firmar, destina recursos a la financiación de viviendas para los trabajadores y los mecanismos de definición de alícuotas e indemnizaciones garantizan la sustentabilidad del Fondo, pudiendo adaptarse a características específicas de otros sectores.
“La verdad que para la dirigencia, la dirigencia sindical, la dirigencia en general de empresas y la política ya no hay tiempo para especulaciones. Lo que se puede ver cada vez más claramente es la falta de empleo genuino” dice el cordobés Gustavo Rossi, Secretario General de UECARA Interior.
Según explica Rossi, «este fondo significaría de que el empleador tendría que aportar cómo existe hoy a través de la Ley 22.250»
«La idea es licuar el pasivo contingente, es decir, sacarse toda posibilidad de deudas que tenga la empresa dentro de su patrimonio.» Y para el trabajador, «cuando se agotó el futuro de la relación laboral, poder llevarse ese patrimonio de su trabajo que generó a través del tiempo que le dio a la empresa.»
«Hoy la ley solo prevé la indemnización por despido y el problema lo tiene el trabajador que quiere irse a otro destino o la persona que está cerca de jubilarse»
Para diferenciarlo de la llamada «autoindemnización» o modelo austríaco, afirmó que «eso se daría si fuese que el trabajador tuviese que hacerse cargo de los costos o lo que llaman una auto indemnización donde el aporte iría por cuenta del trabajador. Acá estamos hablando de un aporte del sector empresario»
El punto es que este fondo también lo administraría el sector empresario como un fondo de inversión para construir viviendas, evitando la llamada timba financiera: «Se administraría a través del sector empresario y los trabajadores serían parte de esta administración y luego esto auditado por el Estado. Sería un fondo manejado como hoy se manejan los fondos de inversiones en la Bolsa.»
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