La vicepresidenta celebró el Día del Trabajador en un encuentro organizado por gremialistas enfrentados a la conducción cegetista. Fuertes críticas al kirchnerismo y defensa de las medidas de Milei.
Casi en paralelo a la multitudinaria marcha de la CGT en rechazo al ajuste de Javier Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel encabezó un festejo propio por el Día del Trabajador junto a un grupo de sindicalistas enfrentados a la conducción de la central obrera, donde pronunció un discurso con varios conceptos peronistas, a tono con su auditorio.
"En las últimas décadas pasamos de sostener que gobernar es crear trabajo y pasamos a un modelo empobrecedor donde nos quitaron la dignidad y el orgullo a todos los argentinos", enfatizó Villarruel al participar de los festejos organizados por el gremio de gastronómicos de la Ciudad de Buenos Aires, que lidera el dirigente Dante Camaño.
En un discurso con tintes peronistas, la titular del Senado mencionó uno de los conceptos forjados por el ex mandatario Juan Domingo Perón, que justamente dio nombre a uno de sus libros más populares. "Nos pusieron de rodillas en nuestra propia tierra, bajo las migajas de los subsidios y de un mal llamado asistencialismo. Dejamos de hablar de trabajo como el principal ordenador social de la comunidad organizada", subrayó.
"Terminamos hablando exclusivamente de alimentar con impuestos abusivos a un Estado paquidérmico, enfermo, decadente, que estaba más interesado en arrancarnos de las entrañas nuestros valores, nuestras tradiciones, la dignidad de la persona humana, nuestras creencias, la importancia de la familia, de las organizaciones sociales", continuó la vicepresidenta.
En ese marco, Villarruel aseguró que los gobiernos anteriores "quisieron arrancarnos la visión colaborativa entre el capital y el trabajo para construir la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria".
"En este proceso, que va a ser sacrificado, que va a ser difícil, no me vean alejada de su cotidianeidad. Véanme como una amiga que va a trabajar codo a codo con ustedes", pidió Villarruel a los gremialistas y trabajadores convocados para la celebración organizada por el sindicato de gastronómicos porteños.
La vicepresidenta fue la invitada principal del encuentro al que también se sumaron el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, y su par de Desarrollo Económico, Roberto García Moritán, y Jorge Triaca, el ex ministro de Trabajo de Mauricio Macri.
Los funcionarios y un grupo de referentes sindicales críticos del triunvirato de conducción cegetista que integran Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, compartieron un locro en la sede porteña de la Uthgra, respaldaron la gestión de Milei y la media sanción de la Ley Bases por parte de la Cámara de Diputados, que incluye un capítulo laboral resistido por la CGT. Fue en buena medida un abierto desafío a la marcha que en paralelo realizaba la central obrera y especialmente al nuevo paro general convocado para el próximo 9 de mayo.
"Basta de atraso y decadencia. Se llenaron la boca con los derechos humanos y la inclusión mientras la gente se muere de hambre y no hay nada más inclusivo que un plato de comida. No hay nada más inclusivo que tener salud, educación, seguridad y justicia en tu propia tierra, junto a otro argentino con libertad y con trabajo", criticó Villarruel en su embestida contra el kirchnerismo.
En esa línea, llamó a los sindicalistas y trabajadores a "mirar hacia adelante, aún en las diferencias" y sostuvo que "el pleno empleo es un imperativo moral" de la gestión de Milei. Además, la dirigente libertaria convocó a "llevar adelante todas las batallas que haya que dar contra las ideas del atraso y de la decadencia".
"El trabajo ordena y dignifica, es lo que da la capacidad para que podamos sentirnos parte de algo más grande que nos trasciende, que trasciende nuestra propia individualidad y que es el pilar que sostiene esta casa común que es nuestra patria. No creo que lo individual y lo colectivo sean irreconciliables. Somos seres únicos, pero tenemos mucho para ofrecer en pos del bien común", aseveró Villarruel.
Como la vicepresidenta, también Camaño -el anfitrión del encuentro- tomó distancia de la ofensiva cegetista contra Milei y le hizo un guiño a la gestión libertaria. "Aún no sabemos que puede hacer este gobierno, pero aquí no tenemos banderas, y si gestionan de manera honesta vamos a estar a disposición", prometió el dirigente.
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