El sindicato se solidariza con su afiliado brasileño, la Confederación Nacional de Trabajadores Financieros (CONTRAF), y con su afiliado, el Sindicato de Trabajadores de Banca y Finanzas de São Paulo, después de que una protesta pacífica contra la externalización y la negociación de mala fe acabara con violencia policial.
Durante la concentración frente a la oficina del Santander en São Paulo, el banco recurrió a la policía militar, que atacó a los trabajadores con pistolas paralizantes y gases lacrimógenos, hiriendo a varios sindicalistas, para dispersar la acción. La acción del 22 de agosto formaba parte del Día Nacional contra la Subcontratación,
"Es extremadamente preocupante que Santander llame a la policía contra los trabajadores en lugar de negociar con ellos", dijo Marcio Monzane, Secretario Regional de UNI Américas. "Los trabajadores bancarios en Brasil - y en todo el continente americano - se están organizando para proteger la calidad de sus puestos de trabajo y la calidad de los servicios que prestan. Merecen un convenio colectivo justo, no un ataque despiadado de la policía."
La jornada contra la externalización formaba parte de un esfuerzo más amplio por conseguir un convenio colectivo nacional en el sector. Hasta ahora, CONTRAF afirma que la Federación Nacional Bancaria (FENABAN) se ha negado a negociar de buena fe las principales preocupaciones de los trabajadores, como la conservación de los puestos de trabajo en el sector bancario, la mejora de las condiciones laborales y el fin de las tácticas de venta abusivas.
Los trabajadores también exigen aumentos salariales reales que sigan el ritmo de la inflación, algo que dicen que los bancos pueden permitirse fácilmente teniendo en cuenta un beneficio total de la industria de 144.200 millones de reales brasileños (25.800 millones de dólares) en el país durante 2023.
Brasil es un mercado vital para el Santander. El banco obtiene del país aproximadamente el 17% de su beneficio mundial, 1.680 millones de dólares en 2023.
Mientras el Santander se beneficia, CONTRAF afirma que el banco utiliza una serie de prácticas de contratación fraudulentas, como la creación de empresas subcontratadas en distintos departamentos para fragmentar y debilitar el poder de negociación de los trabajadores. Esta externalización es posible gracias a las reformas realizadas por el anterior gobierno de extrema derecha.
Desde entonces, CONTRAF ha luchado constantemente contra estas prácticas y la consiguiente persecución de los líderes sindicales.
Monzane, de UNI, mostró su apoyo: "Los trabajadores no pueden tolerar todos estos abusos. La violencia contra los trabajadores del Santander en Brasil muestra la resistencia a la que se enfrentan los sindicatos cuando intentan hacer retroceder las reformas neoliberales y avanzar en la justicia. Pero seguiremos presionando y seguiremos luchando".
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