El secretario General de la Sociedad de Emplados y Obreros del Comercio, SEOC, Serafín Paez, y el secretario de Actas, Ramón Cano, convocaron a la asamblea extraordinaria para aprobar la memoria y balance 2023 para este lunes 22 de abril a las 20, horario en el que la mayoría de los afiliados que deberían asistir aún están en sus trabajos.
Decenas de empleados de comercio se quejaron por esto, asegurando que no se siguieron los pasos estatutarios, debido a que no hubo una primera reunión de comisión directiva para analizar el balance y autorizar la convocatoria.
El balance no está disponible para los afiliados, trascendió luego del reclamo de Paulo Aguirre, empleado de comercio y referente de los trabajadores del sector, quien denunció que recibió presiones de Ramón Cano, quien hace muchos años ocupa puestos de conducción en SEOC y estuvo siempre a la sombra del fallecido Roque Remigio Brito.
A su vez varios secretarios, como el de Gremiales Mario Neirot, la de Sociales Adriana Moreno, de la Mujer Cristina Coronel, de Organización Miguel Bordonaro, de vivienda Christian Tejerina, y los vocales titulares Tadeo Brito, Lourdes Kairuz y Matías Paz iniciaron varios reclamos por irregularidades.
Cuestionan que se haya convocado a la asamblea extraordinaria sin cumplir los pasos que marca el Estatuto; y exponen denuncias judiciales como el mal corrimiento de cargos realizados a dedo por Serafín Páez y Ramón Cano, sobresueldos del secretario general e integrantes de su familia; la negativa al pedido de los integrantes de la comisión directiva y la comisión revisora de cuenta para realizar una auditoría administrativa-contable.
La asamblea, viciada de nulidad según entienden sus detractores, se realizará el lunes a las 20, es decir cuando los trabajadores, empleados de comercio, están impedidos de participar por encontrarse en su lugar de trabajo.
También le reclaman a Serafín Paez y Ramón Cano que desde que ellos conducen el sindicato, se deterioraron instalaciones como la pileta de la sede de SEOC, los complejos de Lules, El Cadillal y los Aguirre, los centros médicos de de la filiales de Monteros, Famaillá, Lules, Tafí Viejo, Banda de Río Sali y de calle Las Heras, que según expusieron están en estado de abandono.
Aseguran que quienes deben mantenerlas en condiciones no cuentan con elementos de limpieza, a lo que se suma la pésima atención de la obra social administrada por el Ramón Cano. En OSECAC tienen un sólo cardiólogo para todos los afiliados y no hay especialistas disponibles, denunciaron.
Los empleados disconformes con esta situación, aseguran que "si ellos siguen y no renuncian los trabajadores van a promover la desafiliación masiva tanto de la obra social como del sindicato. Un trabajador promedio de jornada completa entre sindicato y obra social aporta al sindicato $ 29.000 más $ 40 000 de obra social para nada", sentenciaron.
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