Días atrás, el propio gobernador Gerardo Morales desmentía que el grado de conflictividad que impera entre la cartera y el sector docente pudiera suponer un obstáculo en el retorno a las aulas previsto en la provincia para el 17 de febrero.

Desde los distintos gremios de educadores salieron afirmar lo contrario y aclararon que la vuelta a clases se ve amenazada por la falta de soluciones oportunas a problemas que arrastran desde hace varios años.

Un tema recurrente viene siendo el problema edilicio. Gran cantidad de escuelas se encuentran en condiciones deplorables: ventanas rotas, maleza, paredes que se caen, goteras, etc.

Otro es el de los docentes que quedaron fuera del sistema y que este lunes llegaron a manifestarse afuera de la Legislatura exigiendo certezas sobre su futuro.

Luego de una reciente e insólita intervención del ministro de Educación Nicolás Trotta para mediar entre los gremios y la cartera local, poco fue el avance conseguido. Prueba de ello es la determinación de un sector, el de los autoconvocados, de presentar un amparo para frenar el inicio del periodo lectivo 2021 de forma presencial. La acción se concretaría en las próximas horas dejando en manos de la justicia la definición de este conflicto.

Esta tarde está previsto que los docentes se sienten a negociar con el gobierno para dar cierre a la paritaria. El pedido de un 40 % de recomposición salarial sigue latente.

“Hasta el 17 no se llega de ninguna forma. No están dados los abonos docentes para cada escuela, sin hablar de los sueldos que siguen por debajo del nivel mínimo”, relató Adriana Zumbaino, delegada docente del CEDEMS.

El antecedente de reiteradas imposiciones en materia salarial desalienta al sector aunque sus negociadores entienden que el gobierno de Morales no puede darse lujo de sufrir retrasos en una vuelta clases que en Jujuy, y otras pocas provincias, inicia de forma anticipada.