En una audiencia que no arrojó los entendimientos esperados, la negociación entre los dragones y la operadora Pan American Energy, con participación de las excontratistas, volvió a tensarse ayer, aunque todo volvió a pasar para el viernes 28, cuando se producirá una última reunión en la que el resultado podría ser la liberación de las partes y el retorno del conflicto.
Fuentes del gobierno dijeron al cierre de esta edición que abrió un nuevo compás de espera, por 48 horas, lapso en el cual se buscaría acercar posiciones, pero ayer las partes se mostraron escépticas respecto de la posibilidad de un acuerdo.
Si bien antes del encuentro el abogado Jorge Echelini había manifestado una posición expectante en torno a los acercamientos que se habían producido en los días previos a la audiencia de ayer, al finalizar hubo expresiones que, si bien en el marco del hermetismo comprometido, dejaron entrever la poca expectativa de un acuerdo.
“Nadie quiere pagar los costos del conflicto, parece que aquí nadie es responsable de nada”, reflexionó uno de los funcionarios que conoce de cerca la negociación, en alusión a las exigencias por las indemnizaciones reclamadas, en torno a la desvinculación del listado de alrededor de 150 operarios, individualizados por la operadora como partícipes de los destrozos en el yacimiento y la paralización de la producción, por la que hasta ahora la Provincia ha tenido que salir a buscar financiamiento por 250 millones de pesos.
Echelini dijo ayer que se apuntaba a seguir disminuyendo el número de involucrados, sobre la exigencia de que la operadora debía especificar con claridad qué elementos contaba para argumentar su acusación, teniendo en cuenta que algunos de los integrantes de la lista no se encontraban en la zona al momento del conflicto.
“Se buscan varias soluciones, se ha corroborado que en el listado había gente que estaba enferma o estaba en su casa al momento del conflicto, por eso se trabajó en ver cada caso”, dijo Echelini antes de la reunión. “Hay muchas alternativas, pueden ser indemnizaciones o casos en los que están cerca de una jubilación, además de las incorrecciones encontradas en el listado”.
Ninguna de las partes participante en la negociación quiso hablar de montos, pero se dio por aceptado que el último punto en discusión es el vinculado a la indemnización de quienes no volverán a ingresar al yacimiento. Funcionarios gubernamentales evaluaban el panorama en dos aspectos: por un lado confiaban en que se llegaría a un acuerdo en el monto final por cada despido y, por otro, se especulaba que si no hay acuerdo, el conflicto no volvería a tener la misma fuerza que en junio último.
“Se quebró la lógica que debe haber en toda negociación, esto no da para más”, dijo uno de los partícipes de la reunión, en referencia a que la justicia federal sigue trabajando en el establecimiento de responsabilidades penales, en una investigación que hasta ahora tiene 21 procesados por los destrozos.
De este modo, se anticipaba que el viernes próximo se producirá un nuevo encuentro en el que no se aguardan mayores novedades y se procedería al envío de los telegramas de despidos por parte de las excontratistas -Contreras y Skanska-, las que fueron rescindidas en su vínculo con PAE desde el último 3 de julio y se retirarían de la negociación tras más de tres meses de “reuniones que nos han llevado al mismo punto de partida”.
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