El secretario general del gremio de trabajadores de la Legislatura de Río Negro, Gustavo Morón, es acusado por otros integrantes de la comisión de conductas que no estarían dentro del marco legal. Morón se defiende y el gremio se divide y profundiza la grieta interna.
En la última semana la Asociación del Personal Legislativo (APEL) de Río Negro se vio envuelto en una polémica, a raíz de la denuncia pública de algunos integrantes de la Comisión Directiva hacia Gustavo Morón, secretario general del gremio.
La comisión decidió suspender por 45 días a Morón, haciendo una serie de acusaciones con respecto al desempeño en el cargo y su conducta dentro del sindicato. Entre los argumentos, fue Mónica Fresco, secretaria adjunta del gremio, quien indicó que Morón “ha ido tomando decisiones inconsultas, solo, sin importarle la posición de la mayoría de la Comisión Directiva del sindicato”.
En este marco, plantearon que habría utilizado su posición dentro del sindicato para favorecer a su pareja, promoviendo la contratación de la misma en la Legislatura de la provincia. Este punto es el que mayor controversia generó, puertas afuera y también internamente dentro del gremio, que actualmente tiene a una comisión directiva fragmentada a la espera de la resolución del conflicto.
Morón aceptó la suspensión que pedían por mayoría en la comisión y tenía un plazo estipulado para hacer su descargo, y presentarlo en asamblea. Al mismo tiempo, la comisión programó una asamblea para ratificar o dar marcha atrás con la decisión, atendiendo a lo que voten los afiliados. Pero fueron estos últimos quieren reunieron las firmas necesarias que establece el estatuto del gremio, y convocaron a una asamblea para el día de hoy, con el aval de alrededor de 150 afiliados, superando el mínimo del porcentaje que se requiere.
La secretaria de Trabajo de la provincia, María Avilez, respaldó la validez de la asamblea que pidieron los afiliados y aseguró que está dentro del marco legal y que cumple con los requisitos establecidos.
En diálogo con La Tecla Patagonia, Gustavo Morón adelantó cuál es su postura frente al conflicto, cómo es su vinculo con los afiliados y su respuesta frente a las acusaciones. Además, el medio también intentó comunicarse sin éxito con Mónica Fresco.
En primer lugar, Morón se refirió a las acusaciones en su contra y aseguró que “las acusaciones en sí son todas meramente falsas, no hay ningún tipo de pruebas ni nada de eso, no hay ninguna denuncia ni nada que indique mi error”, y agrega sobre quienes lo acusan que “hay gente que se toma atribuciones que no son de su cargo” y que se han “confundido mucho sus responsabilidades y sus actos”.
Sobre el ingreso a la Legislatura de quien sería su pareja, sostuvo que no tiene nada que ver y que son cuestiones políticas que no tienen que ver con él, y señaló que se hizo una “pelota” sobre el tema y que a la gente del sindicato no le gustó.
Con respecto a la respuesta de los afiliados, de aquel sector que se acercó a Morón, el dirigente aseguró que la gente está enojada y que el tinte mediático que le habrían dado los denunciantes al tema no cayó bien.
Se refirió a la asamblea y se mostró a gusto con la reacción de los afiliados de solicitar una asamblea pronto y no dilatar más el tema, y comentó que la orden del día para hoy será tratar uno por uno los puntos de las cosas que se le acusan, dar lugar a su descargo y también el tiempo de debate y preguntas, para la posterior toma de decisión de los afiliados sobre la suspensión.
Según pudo saber La Tecla Patagonia, quien sería la pareja de Gustavo Morón se desempeñó durante un mes en la Legislatura como auxiliar en la secretaria administrativa. A pesar de esto, no consta dentro de las voces de la Legislatura que Morón haya tenido que ver en la llegada al cargo, así como también señalan una realidad sobre los cargos políticos, que muchas veces nada tienen que ver con concursos y con otro tipo de instancias previas, pero que tampoco evaden reglamentos.
Por otra parte, también manifiestan que Morón cuenta con cierto predicamento por parte de los afiliados, y que no hubo conflictos dentro de la comisión hasta este momento, incluidas negociaciones por paritarias y otros aspectos, lo que causó sorpresa en el entorno por la división que esta acusación sacó a la luz.
Finalmente, hoy habrá una primera instancia de asamblea en la que estarán presentes el propio Gustavo Morón, los afiliados, y también esa parte de la comisión que apunta contra el secretario general. La segunda instancia podría tener lugar el 10 de septiembre que es la fecha que fijó la comisión para la asamblea, pero que puede quedar sin efecto si hoy se toma una decisión sobre la suspensión con el voto de los afiliados que participen.
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