La Asociación del Personal Profesional y Jerárquico de Comercio (APPyJC) pide una mesa de diálogo para negociar la parita de este este año, pero la firma no da respuesta. Piden intervención de Provincia.
Desde hace más de una semana, el personal jerárquico de la cadena de supermercados Walmart realizan medidas de fuerza en distintas sucursales de la firma, reclamando una mesa de diálogo que les permita negociar mejoras salariales para este año.
El plan de protestas comenzó en la localidad de Avellaneda, pero ante la falta de respuesta de la empresa se fue extendiendo a otras zonas de la provincia de Buenos Aires, como San Justo. El reclamo, encabezado por la Asociación del Personal Profesional y Jerárquico de Comercio (APPyJC), apunta a lograr que la firma los convoque, ya que desde el cambio de dueños la entidad sindical dejó de ser reconocida. «Hay discriminación», afirman.
Las protestas en Walmart comenzaron la semana pasado, cuando la APPyJC, que representa a gerentes, subgerentes, analistas de cuentas y otro personal jerárquico, bloqueó la entrada y salida de la sucursal Avellaneda, reclamando una convocatorio urgente a negociar salarios.
Ante la negativa de la empresa, las protestas se extendieron a otros locales, y una semana después se mantienen activas. «No tenemos ninguna respuesta, estamos como hace una semana, sin ningún avance», afirmó Martín Fonseca, secretario Gremial de la entidad.
En diálogo con Gestión Sindical, Fonseca apuntó a los directivos de Dorinka, nuevos dueños del supermercado, una empresa vinculada a Francisco de Narváez. «Desde que cambiaron los dueños, ya hubo conflictos con todos los gremios. Primero con Camioneros, luego con el Sindicato de Comercio y ahora con nosotros, a quienes no quieren reconocernos y nos niegan la discusión paritaria», remarcó el dirigente. Hasta ahora, la APPyJC negociaba salarios y condiciones laborales con Walmart, pero los nuevos dueños decidieron cortar el diálogo, según indicaron.
Se extiende la protesta
El fin de semana pasado, ante la falta de respuestas de la empresa, las distintas asambleas del gremio decidieron continuar con las protestas, que se extendieron esta semana en varias bocas del supermercado. En San Justo, por ejemplo, los trabajadores denunciaron «la inusitada presencia policial».
Además, por el conflicto la sucursal mantuvo sus puertas cerradas ayer jueves y hoy viernes. «Pedimos poder dialogar como antes, para lograr paritarias como el resto de los gremios, que cierran aumentos del 42-45 por ciento», remarcó Fonseca.
Además, la entidad sindical viene denunciando que también se los discrimina en el pago de bonos salariales, que la empresa acordó para paliar la crisis de la pandemia y la inflación. En este sentido, antes del conflicto la firma ofreció un bono de 40 mil pesos, cuando a otros sectores se les dio uno de 42 mil pesos en cinco cuotas.
Esto, sumado a la falta de aumento, genera que muchos trabajadores cuando reciben la oferta de ser ascendidos, lo rechazan, porque ganan igual o menos de jerárquicos. «Sabemos la situación difícil que generó la pandemia, pero es muy difícil seguir trabajando sabiendo que el poder adquisitivo del trabajador va perdiendo valor ante la inflación que hay en el país», recalcó Fonseca.
Pedido de mediación
Ante esta situación, la semana pasada la conducción del gremio elevó un pedido de mediación al Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. «Hicimos la respectiva denuncia al Ministerio de Trabajo, esperemos que nos convoquen a dialogar. Este tema se resuelve con una mesa de diálogo», afirmó Fonseca al inicio del conflicto, que pese a los esfuerzos se mantiene.
En este sentido, la empresa también desconoció las primeras gestiones de la cartera laboral. Según explicaron en San Justo personal de la dependencia que encabeza Mara Ruiz Malec entregó una citación, con fines de mediación, a las autoridades de la sucursal, la cual, afirmaron, «no habría sido atendida».
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