La Red de Directores de Centros Científicos Tecnológicos se negaron a entregar listados para despedir trabajadores. Además el directorio del Conicet se le plantó a Daniel Salamone y manifestó su total rechazo a la decisión de limitar al 31 de marzo la renovación de contratos de personal administrativo y técnico de la Institución.
El Conicet se convirtió ayer en el primer organismo en plantarse ante el ajuste que ya diseña la gestión de Javier Milei para la semana próxima. Es que las autoridades se negaron a colaborar con el proceso de desguace y pidieron sostener los 1600 puestos de trabajo en juego.
Primero fue la Red de Directores de Centros Científicos Tecnológicos de Conicet la que denunció públicamente que las autoridades de la gestión de La Libertad Avanza llaman telefónicamente y les piden una cantidad de nombres para avanzar en bajas.
Según trascendió, Luis Caputo le pidió a Daniel Salamone que se recorte entre el 20 y el 30% del personal del organismo en sintonía con el ajuste que planifican para la totalidad de la administración pública y que se activaría el próxima 26 de marzo.
Para los directores los despidos, que ya se vienen ejecutando destruyen la estructura de gestión, impiden el normal funcionamiento del sistema científico y se enmarcan en la política de ajuste del estado actualmente en ejecución. «En el mismo sentido, rechazamos la metodología utilizada para llevar adelante el achicamiento del organismo», plantearon.
Además, el directorio del Conicet dio a conocer su postura de “total rechazo a la decisión el Gobierno Nacional de limitar al 31 de marzo la renovación de contratos de su personal administrativo y técnico.»
La postura de los referentes de todos los institutos del Conicet estableció que “la recepción en forma verbal de una orden de reducir la planta de personal basada en un porcentaje arbitrario de ésta, es la antítesis de una decisión basada en evaluaciones de desempeño o en criterios de razonabilidad y pertinencia de las tareas que se realizan, careciendo además de la mínima formalidad que requiere un organismo público para su gobernanza”.
A esto sumaron su preocupación: “Dejar al Conicet sin el personal administrativo y técnico necesario implica paralizarlo y poner en riesgo el funcionamiento de un actor central del sistema de ciencia y tecnología nacional, justo cuando acaba de ser reconocido, nuevamente, como la mejor institución gubernamental de ciencia de América Latina, entre otros múltiples reconocimientos internacionales”.
Dieron a conocer en la misiva el panorama, donde son 1.600 los empleados administrativos y técnicos, que trabajan para el normal funcionamiento de las carreras de investigador, de 12.150 miembros; del personal de apoyo, de 3.050 miembros; y de 10.900 personas que se forman con becas doctorales y posdoctorales.
Indicaron sobre los puestos que cesarían el 31 de marzo, que este personal administrativo contratado “altamente especializado y capacitado, trabaja en Conicet desde hace años dando soporte a los procesos de planeamiento, seguimiento y evaluación de actividades de investigación, y permite el funcionamiento de los más de 300 institutos y Centros Científicos Tecnológicos que se encuentran en todo el territorio nacional.
En el mensaje público dado a conocer tras una reunión extraordinaria, los directivos de todo el país manifestaron también preocupación “por la falta de certeza en relación con la formalización de los ingresos a la Carrera del Investigador Científico (CIC) 2022 y la efectivización de las promociones de la CIC, así como de los concursos de personal de Apoyo.
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