Camioneros, trabajadores de peajes y bancarios fueron los primeros en lograr adicionales para compensar los efectos de la devaluación. Otros sindicatos, como aceiteros, metalúrgicos y de estados provinciales están en plena negociación.
El reclamo de pagos adicionales a fin de año es una herramienta tradicional de recomposición salarial que recobró protagonismo frente al impacto negativo sobre el poder adquisitivo de la devaluación. Como sucede con las paritarias, la capacidad de negociación varía entre los sindicatos. Los bonos acordados hasta el momento oscilan entre los 2000 y 25.000 pesos. Uno de los primeros en obtener la reivindicación por sumas que oscilan entre 5 y 12 mil pesos fue el gremio de Camioneros. También acordaron atractivos plus salariales los trabajadores de los sectores empresarios más beneficiados por la devaluación, la suba de tasas de interés y minimización de los derechos de exportación como los bancarios y se espera que en los próximos días se sumen los aceiteros. Otros gremios como metalúrgicos todavía negocian con las cámaras empresarias al tiempo que mantiene abierto un conflicto para evitar despidos en empresas subsidiarias del Grupo Techint (ver aparte). Las conversaciones, disputas y reclamos también están en marcha en el sector de alimentación, estaciones de servicio, el rubro sanitario, trabajadores de edificios, la industria del vidrio y los curtidores, entre otros que en muchos casos enfrentan una negativa empresaria.
El Gobierno pretende activar durante enero un diálogo social y económico con sindicalistas y empresarios pero, aunque esperan la convocatoria formal, muchos gremios buscaron amortiguar el impacto de la aceleración de los aumentos de precios observada entre noviembre y diciembre. La tasa de inflación sumaría del 6 al 9 por ciento en el último bimestre, lo que representa un impacto significativo sobre los salarios y jubilaciones, que también sufrirán el anticipado incremento en los servicios privados. Hasta ahora el gobierno nacional sólo desplegó un paliativo de 400 pesos para la asignación universal por hijo, haberes mínimos, pensiones no contributivas y ex combatientes de Malvinas. Las consultoras privadas estiman que, en enero, los precios seguirán en los elevados niveles actuales o incluso un escalón más arriba.
La Asociación Bancaria que encabeza Sergio Palazzo acordó anteayer con el sector financiero el pago de un bono de 5500 pesos y establecieron retomar la discusión salarial que vence a fin de año el 20 de enero. Los bancos son uno de los sectores más beneficiados por el desmantelamiento del esquema de administración cambiaria y, desde el año pasado, los trabajadores participan en sus ganancias.
Quienes también se anotaron una recomposición fueron los gremios liderados por miembros de la familia Moyano: Camioneros y Peajes. El sindicato de choferes que encabeza Hugo Moyano consensuó con los directivos de Fadeeac el pago de un suplemento de 4000 y 12.000 pesos dependiendo de la rama de actividad y ubicación geográfica del empleador. La bonificación será distribuida en cuatro pagos que comenzarán a partir de febrero. Por su parte, los trabajadores de peajes que tienen a Facundo Moyano como secretario general acordaron un pago en dos tramos iguales de un suplemento de 6800 pesos.
Desde Santa Fe confirmaron que están avanzadas las discusiones en la industria aceitera, otro de los sectores privilegiados por la política económica del Gobierno. Este año el gremio debió encarar una encendida negociación salarial con los agroexportadores y su objetivo es cerrar 2015 con un bono que, en promedio, alcance los 16.000 pesos. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en tanto, negocia con los empresarios del rubro un bonus por un piso de 4000 pesos, un monto similar al que pretenden en el sindicato de Alimentación.
En el sector público, donde los salarios son más bajos que el promedio de la economía, fundamentalmente a nivel provincial y municipal, la situación es dispar. El Estado nacional rechazó pagar bonificaciones generalizadas como reclamaron las distintas centrales sindicales. “La provincia no está seriamente en condiciones de afrontar un bono de fin de año”, afirmó la semana pasada la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
Por su parte, las autoridades tucumanas confirmaron ayer que estatales y docentes provinciales recibirán un plus de 4000 pesos. Los gremios que pretendían una suma mayor reclamaban “un bono para paliar parte del deterioro que sufrió el poder adquisitivo de los salarios, producto de las variables económicas que se dispararon a partir de noviembre”. La decisión fue informada por el gobernador Juan Manzur. El funcionario precisó que el adicional se pagará en partes iguales durante el primer bimestre de 2016.
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