La conducción nacional de ATE decidió un paro general para el 11 de abril en todo el país, que incluirá acampes y variadas protestas toda esa semana. Reclaman “la reincorporación de los despedidos” y rechazan el “techo salarial”.
La decisión fue adoptada por los secretarios generales de la mayoría de las provincias y se realizará junto con otros gremios y organizaciones adheridas a la CTA Autónoma de la calle Perón, en reclamo de “la reincorporación de los cesanteados, el pase a planta permanente de los precarizados y el rechazo al tope salarial del gobierno nacional”.
A través de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (Clate), que lidera el también adjunto nacional de la ATE, Julio Fuentes, el 11 de abril se realizará “un pedido de solidaridad a las embajadas de la región y del Caribe en la Argentina para que respalden en un todo la lucha del personal de la actividad”, indicó Hugo “Cachorro” Godoy.
El dirigente sindical añadió que el 5 de abril habrá una huelga general de los sindicatos estatales de la región patagónica para exigir la reincorporación de 500 despedidos en la mina de Río Turbio, su estabilidad laboral y el funcionamiento pleno de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) y de la usina de 240 MW de esa localidad.
También ese día, en Buenos Aires, la ATE y otros gremios de docentes y judiciales se movilizará hacia la Casa de Gobierno bonaerense para exigir “un inmediato cambio de rumbo en la negociación salarial y en las políticas sociales del gobierno provincial”.
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