Antes de fin de año las principales seccionales de la central obrera buscarán regularizar sus autoridades, para ponerse en sintonía con la unidad nacional. Se buscan conducciones consensuadas, pero no se descartan crear triunviratos locales. “Vamos a apoyar con fuerza la estrategia nacional”, aseguran. Poco lugar para una integración con movimientos sociales y de trabajadores precarizados.
Por: Diego Lanese.
Además de sellar la unidad, en el confederal del 22 de agosto la dirigencia de la CGT analizó llevar este proceso a todo el país, a través de las regionales que componen en entramado de la central obrera. Es que en 2011, cuando se fracturó a nivel nacional los espacios locales también se dividieron, salvo algunas excepciones. Ahora, con el triunvirato conductor en pleno mandato, los dirigentes locales cumplen con el mandato, y trabajan para normalizar las autoridades. Esta iniciativa tiene fuerte impulso en el conurbano bonaerense, donde varias regionales y crearon mesas de diálogo y hasta nombraron autoridades. En el interior del país la situación e menos dinámica, pero ya se dan las primeras conversaciones. En todos los casos, el objetivo de la dirigencia es apoyar las decisiones tomadas por Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer, y darle respaldo territorial a las negociaciones, tanto con el gobierno como con el sector empresarial. Además, se busca posicionar a la central de cara al año electoral que se viene, y convertirlo en un actor en la unidad del peronismo.
Las diversas regionales de la CGT ya trabajan en la unidad, aunque hay diversos modelos. En algunos casos los diversos espacios proponen a sus candidatos, y quien mayor apoyo tenga (es decir, más gremios que respalden su conducción) será nombrado conductos. En otros, se emula lo sucedido a nivel nacional, y los tres fragmentos de la central previos al 22 (la Azul y Blanca, la Azopardo y la Alsina) proponen un dirigente para formar un triunvirato. Incluso algunas regionales lograron la unidad.
En este último caso está la CGT Lanús-Avellaneda. Allí, incluso previo al confederal unificador ya se había consensuado un acercamiento, entre la dirigencia moyanista y la que responde a Luis Barrionuevo. Así, se conformó este año una unidad conducida por Sergio Jeréz (camioneros) y Laura Saspirzza (gastronómicos). La tercera pata, conducida por Héctor Villagra (UOCRA) todavía no se acercó al sector, pero hay confianza que lo hará en breve. “Creemos que somos un ejemplo, antes que la conducción nacional logramos una amplia unidad”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente del espacio. Sobre la ausencia de Villagra y el sector Alsina –cercano al kirchnerismo –el mismo dirigente se mostró confiado: “Es cuestión de tiempo, más allá de la mirada política que pueda existir, saben que debe sumarse a este armado. Si no quedarán aislados, en minoría”.
También en el conurbano sur, la regional Lomas de Zamora está cerca de esa unidad. Así lo adelantaron los principales gremios, que formaron una comisión normalizadora con tres dirigentes, uno por cada espacio. “Se está trabajando en sumar los avales, para antes de fin de año nombrar un conductor”, le adelantó a Gestión Sindical alguien que participó activamente de las negociaciones. En estricto off, el dirigente aseguró que el objetivo “es poner un secretario general, que cuente con el apoyo de todos los gremios de la zona”. La regional lomense es la más grande del país, y además del distrito que le da nombre incluye a Almirante Brown, Presidente Perón, San Vicente, Esteban Echeverría y Ezeiza. Durante la fractura se especuló con dividirla, pero la nueva comisión descartó la medida. “hay que hacer todos los esfuerzos para lograr la mayor unidad”, afirman desde esta comisión, que confirmó que habló incluso con gremios que a nivel nacional no están en la CGT, como algunos que forman parte del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA).
Otra regional de peso es La Matanza, no sólo por su tamaño, sino además porque allí parece residir buena parte del peso del peronismo opositor bonaerense, con la intendenta Verónica Magario a la cabeza. Además, el populoso distrito experimenta serios problemas en materia laboral, con unos 20 mil despidos confirmados por la secretaria de Producción municipal. En este contexto, ya hay unos 40 gremios que trabajan en la unidad del movimiento obrero, y que esperan conformar una unidad plasmable en el corto plazo.
En todos estos casos, se espera que se forme una conducción consensuada, con un secretario general al frente de la regional. Pero hay otras alternativas a este modelo, como sucede en Rosario, donde esta semana se elegirá una conducción colegiada de tres personas, para dirigir los destinos a nivel local. El acuerdo alcanzado incluye a un representante de los trabajadores estatales, otro de un sindicato referido a servicios y un tercer representante de los gremios industriales. Algo similar ocurre en Paraná, donde se eligió esta fórmula para avanzar en la normalización.
Incluso algunas regionales decidieron ir a una especie de interna, para elegir sus nuevas autoridades. Así sucede en Santa Cruz, donde los líderes sindicales de petroleros y camioneros pugnarán por la conducción de la CGT unificada. Así, Claudio Vidal, del sindicato de petroleros, y Juan Almada (camioneros) se enfrentarán para quedarse con la conducción de la central. Este último aparece como favorito, ya que en la provincia se presume que contará con el apoyo de la UOCRA, con mucho poder en tierras santacruceñas.
A nivel nacional, la CGT y su triunvirato alientan estos casos, y hasta nombraron un dirigente para que se encargue de visitar los territorios y supervisar las normalizaciones: se trata del secretario de Interior Francisco “Barba” Gutiérrez (UOM). “Lo que queremos es unificarnos para apoyar al triunvirato, que sus decisiones lleguen a los distritos, y además puedan poner en marcha la mejor estrategia”, remarcaron fuentes de las regionales. En todos los casos esta mirada no incluye a los movimientos sociales y organizaciones de precarizados, con los que la CGT marchará este viernes para pedir la declaración de la emergencia social. “Apoyamos la marcha, pero después las regionales son de los gremios, del movimiento obrero organizado”, concluyeron.
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