La ruidosa protesta tuvo lugar en las oficinas de la cooperativa piquense. Aseguran que se trata de una represalia por pasarse al sindicato.
El sindicato Luz y Fuerza La Pampa realizó ayer por la mañana una protesta en las oficinas de CORPICO. Reclaman por el despido de un trabajador. Hubo momentos de tensión con la Policía que custodiaba el lugar.
Julio Acosta, secretario general de Luz y Fuerza La Pampa, encabezó la manifestación por lo que consideran el “despido sin causa” de un trabajador.
El dirigente gremial explicó que “tuvimos dos audiencias de conciliación que citó Relaciones Laborales de Pico y en ambas audiencias no dijeron que existiera alguna causa de despido. Lo despidieron porque quisieron, aparentemente”.
“La conclusión que nosotros sacamos es que es parte de la persecución y una discriminación que hay contra los trabajadores que decidieron pasarse a nuestro sindicato”, agregó.
En ese sentido, sostuvo que “el despido sin causa para los trabajadores de las cooperativas no existe, el convenio colectivo no permite que se despida por causas políticas, religiosas... Tiene que haber una causa grave para despedirlo”.
“Tenemos un régimen disciplinario que establece los métodos para aplicar sanciones”, dijo, y añadió que “es evidente que se trata de una represalia”.
Sostuvo además que “estamos muy preocupados no solamente porque es una familia que queda en la calle sino porque es un antecedente muy grave para cualquier cooperativa”.
“Se busca disciplinar al mejor estilo de la dictadura, no hay lugar para el disenso ni para el reclamo”, disparó Acosta.
“Hemos decidido hacer un plan de lucha, un paro. Hay compañeros de Santa Rosa porque esto se puede trasladar a otras cooperativas”, sostuvo, y añadió que “esta cooperativa tiene un antecedente, la cesantía sin causa de un compañero del sindicato de Mercedes, y ellos no hicieron nada”.
Finalmente, indicó que el afectado “es un trabajador del sector conexiones con una antigüedad de seis años, legajo limpio, sin llamados de atención. Le depositaron la indemnización pero no la cobró, porque sería convalidar el despido”, dijo.
Por su parte, Rubén Rojas, el trabajador despedido, comentó que “tengo mucha impotencia, uno nunca se lo espera y menos ser despedido sin causa”.
“Es algo irracional echar a alguien sin causa, más en la cooperativa, donde están tomando gente permanentemente y no hay problemas económicos”, afirmó.
Consideró que “es una persecución sindical, una discriminación, todos tenemos familia. Hace casi seis años que estoy en la cooperativa e intentando hacer carrera”.
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